EL VETERANO ANTONIO HERNÁNDEZ DIRIGE ESTE THRILLER CUYA ACCIÓN SUCEDE EN MADRID. UN REPARTO ENCABEZADO POR BEN TEMPLE
PRODUCCIÓN: ESPAÑA ( 2015 )
DIRECCIÓN: Antonio Hernández
INTÉRPRETES: Ben Temple, Esther Méndez, Yon González, Aitor Luna, Luisa Martín, Frank Feys, Sergio Caballero, Alfonso Torregrosa, Alejandro Jornet, Susana Merino
GÉNERO: Thriller
DISTRIBUIDORA: World Line Cinema
SINOPSIS:
Robert H Walton, un auditor de una multinacional norteamericana, elabora un informe sobre una entidad bancaria muy lejos de Nueva York. Abrumado por su rutina y su pasado, contrata los servicios de una prostituta a través de Internet. La webcan le harán testigo de una violenta realidad que ignoraba, y en la que se verá inmerso hasta arriesgar su vida, víctima y héroe de un submundo en que el las reglas del juego se escriben con sangre. Un “ reality ” que le atrapa en la pequeña pantalla de su ordenador, tirando de su corbata de ejecutivo, tal vez para ahorcarle.
( FUENTE: WORLD LINE CINEMA )
( FUENTE CARTEL: WORLD LINE CINEMA )
CRÍTICA:
El veterano Antonio Hernández dirige su undécimo largometraje, después de unos años trabajando en la proyectos televisivos como " Gran reserva ( 2013 ) ". El director español obtuvo gran éxito de crítica y público con " En la ciudad sin límites ( 2002 ) ", por la que obtuvo al Goya al mejor guión original y una nominación a su trabajo como director. Es la única de sus cintas que he visto, junto a " Matar el tiempo ", y pese a tener algunos defectos argumentales la historia mantiene el interés durante la primera mitad, cosa que no sucede con su última película que es un desastre desde el principio hasta el final.
Un guión escrito por el propio Hernández, y una trama de suspense, que sucede en Madrid, mal desarrollada, con falta de ritmo y en donde el reparto no está bien. Unos empresarios americanos que trabajan para una consultora de un banco se encuentran por motivos laborales en Madrid, y el protagonista Robert ( Ben Temple ) tiene necesidades sexuales y contacta con Sara ( Esther Méndez ) vía webcam. Este primer encuentro se intercala con una historia personal de la familia de Robert, que sigue en Estados Unidos, y que tiene varios problemas como los problemas de salud de su madre y que se ha quedado con la hija adolescente del protagonista. También aparecen en escena Frank Feys ( Nicholas Delvaux ), cuyo intérprete es lo único salvable de la cinta. Se quiere buscar sorprender al espectador con una historia de suspense, que termina siendo una comedia por la cantidad de situaciones absurdas, además de ser una propuesta aburrida y previsible.
Tampoco hay diálogos incisivos o situaciones irónicas, además de carecer de la calidad necesaria para poder ser presentada en una sala de cine. Aburrida y previsible con unos personajes muy tontos, y que entran y salen en escena como si nada, sin importar la posición en la que estaban antes. De nuevo se intenta aprovechar el auge de las nuevas tecnologías, al igual que la última propuesta de Nacho Vigalondo "Open Windows ( 2014 )", que es más compleja y original, aunque se excede en su tratamiento de los asuntos informáticos, lo que dificulta la comprensión. En " Matar el tiempo " se peca por defecto. Ningún intérprete está bien, y en el caso de Aitor Luna y Luisa Martín están sobreactuados y Ben Temple, Esther Méndez y Yon González están demasiado fríos, y no transmiten lo que necesita su personaje.
Un final con varias situaciones ridículas, y lo mejor es que llegara el final de esta cinta larga, pesada y de muy baja calidad. Recomendable a los incondicionales de " todo " el cine español, y a los que disfruten con esas Tv-movies malas, de los domingos por la tarde, en donde se plantea una situación de suspense que mantiene al espectador enganchado, pese a su dudosa calidad.
SPOILERS:
Una vez que se ha planteado el suspense, con la escena en el apartamento en donde vive Sara, y con el chantaje por parte de la mujer a la que debe dinero, y de sus hijos, no hay un montaje claro que nos permita conectar con lo que sucede. El asunto del bebé, el de Diego ( Aitor Luna ) amordazado y atado en el armario, y las desapariciones constantes de personajes de los que no sabemos nada. De repente cuando todo se soluciona es cuando escuchamos los gritos de Diego.
Estaba claro que al final todo se iba a solucionar, y la joven prostituta se marcha del país.
LO MEJOR: Nada.
Si hace unas semanas, poníamos de manifiesto por enésima vez el buen estado de salud del cine de género en España con la injustamente maltratada Sicarivs: La noche y el silencio, el cineasta Antonio Hernández, de capa caída en su filmografía, estrena Matar el tiempo para poner la excepción que confirma la regla. Un thriller desangelado, aburrido, con una técnica rudimentaria y un conjunto de actores que, o bien no saben cómo afrontar la ridiculez del guion, o bien necesitan una mejor dirección.
La película se abre en la pantalla de un ordenador. Un viudo estadounidense busca una prostituta en la red para desfogarse de sus problemas durante un viaje a Madrid por negocios de su empresa. Sin quererlo ni beberlo, Robert H. Walton se ve enzarzado en una rocambolesca situación: resguardar el bebé de Sara, la prostituta escogida, e intentar salvarla de sus dos secuestradores, dos hermanos que reclaman al pequeño como pago por tratos anteriores con la mafia. Robert que de héroe tiene bien poco deberá elegir entre pasar olímpicamente de lo que observa en su pantalla del ordenador y salvar la vida de Sara y su hijo.
Interesante punto de partida que podría haber dado una aproximación hitchcockiana a las nuevas tecnologías como la muy reivindicable Open Windows. Pero la torpeza de Antonio Hernández, la desgana con la que parece acercarse a la historia (si el guion no fuera suyo, no se dudaría que sería un encargo) y la producción industrial, sin ningún ápice de artesanía cinematográfica, provocan el absoluto naufragio de la película. Además, el libreto está repleto de decisiones incoherentes, o nada justificadas, de los personajes. En definitiva, no hay por dónde coger la historia.
Matar el tiempo tiene un problema todavía mayor. Es aburrida y no genera ninguna tensión. Craso error en un thriller. La historia pide mucho más ritmo y la deficiencia de la escritura de personajes y desarrollo provoca que el espectador nunca entre de pleno en la trama y mucho menos empatice con el dilema moral del protagonista. De simple ciudadano a héroe por un día. De escenas inverosímiles, la película está trufada. Antonio Herández era hace tres lustros uno de los directores españoles más interesantes del panorama, ahora necesita urgentemente reconducir su carrera tras varios fracasos comerciales y artísticos.
Lo mejor: No hay visión turística de Madrid, pese al protagonista foráneo
- See more at: http://www.mysofa.es/pelicula/matar-el-tiempo/critica/perdiendo-el-tiempo#sthash.jdHXlcQq.dpufSi hace unas semanas, poníamos de manifiesto por enésima vez el buen estado de salud del cine de género en España con la injustamente maltratada Sicarivs: La noche y el silencio, el cineasta Antonio Hernández, de capa caída en su filmografía, estrena Matar el tiempo para poner la excepción que confirma la regla. Un thriller desangelado, aburrido, con una técnica rudimentaria y un conjunto de actores que, o bien no saben cómo afrontar la ridiculez del guion, o bien necesitan una mejor dirección.
La película se abre en la pantalla de un ordenador. Un viudo estadounidense busca una prostituta en la red para desfogarse de sus problemas durante un viaje a Madrid por negocios de su empresa. Sin quererlo ni beberlo, Robert H. Walton se ve enzarzado en una rocambolesca situación: resguardar el bebé de Sara, la prostituta escogida, e intentar salvarla de sus dos secuestradores, dos hermanos que reclaman al pequeño como pago por tratos anteriores con la mafia. Robert que de héroe tiene bien poco deberá elegir entre pasar olímpicamente de lo que observa en su pantalla del ordenador y salvar la vida de Sara y su hijo.
Interesante punto de partida que podría haber dado una aproximación hitchcockiana a las nuevas tecnologías como la muy reivindicable Open Windows. Pero la torpeza de Antonio Hernández, la desgana con la que parece acercarse a la historia (si el guion no fuera suyo, no se dudaría que sería un encargo) y la producción industrial, sin ningún ápice de artesanía cinematográfica, provocan el absoluto naufragio de la película. Además, el libreto está repleto de decisiones incoherentes, o nada justificadas, de los personajes. En definitiva, no hay por dónde coger la historia.
Matar el tiempo tiene un problema todavía mayor. Es aburrida y no genera ninguna tensión. Craso error en un thriller. La historia pide mucho más ritmo y la deficiencia de la escritura de personajes y desarrollo provoca que el espectador nunca entre de pleno en la trama y mucho menos empatice con el dilema moral del protagonista. De simple ciudadano a héroe por un día. De escenas inverosímiles, la película está trufada. Antonio Herández era hace tres lustros uno de los directores españoles más interesantes del panorama, ahora necesita urgentemente reconducir su carrera tras varios fracasos comerciales y artísticos.
Lo mejor: No hay visión turística de Madrid, pese al protagonista foráneo
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Nota IMDb:
Nota Filmaffinity: 5,0 / 10
TRAILER: