EL REENCUENTRO FAMILIAR
DIRECCIÓN: Ramón Salazar
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 28 de Mayo de 1973, Málaga ( España )
INTÉRPRETES: Bárbara Lennie, Susi Sánchez, Miguel Ángel Solá, Greta Fernández, Richard Bohringer, David Kammenos, Fred Adenis
GUIONISTA: Ramón Salazar
FOTOGRAFÍA: Ricardo de Gracia
MÚSICA: Nico Casal
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Zeta Cinema, ON Cinema
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Caramel Films
DURACIÓN: 113 minutos
SINOPSIS:
Anabel abandonó a su hija Chiara cuando esta apenas tenía ocho años. Treinta y cinco años después Chiara regresa con una extraña petición para su madre; le pide que pasen diez días juntas. Anabel ve en ese viaje la oportunidad para recuperar a su hija, pero no sabe que Chiara tiene un propósito oculto y que tendrá que enfrentarse a la decisión más importante de su vida.
( Fuente sinopsis, cartel e imágenes: Caramel Films )
( Fuentes información de la película: Filmaffinity, IMDb )
CRÍTICA:
El director y guionista malagueño Ramón Salazar dirige su cuarto largometraje, en lo que es una filmografía muy interesante y con sello propio, a lo que podemos unir unos trabajos interpretativos muy secundarios, y además de los guiones para sus películas ha sido el responsable de dos cintas de gran éxito en taquilla dirigidas a un público adolescente ( " Tres metros sobre el cielo ( 2010 ) " y " Tengo ganas de ti ( 2012 ) ", de las que no puedo opinar porque no he visto ). Su primer trabajo como director fue en 1999 con " Los hongos ", que rodó con 26 años, y que obtuvo los premios al mejor cortometraje en los festivales de Málaga y Gijón.
Su anterior proyecto, "10.000 noches en ninguna parte ( 2013 )", es un claro ejemplo del talento del director español, y esa película que pasó desapercibida en su estreno comercial, durando únicamente dos semanas en los cines Renoir de Madrid, curiosamente en la primavera de 2014 cuando la cinta ya había conseguido una candidatura a los premios Goya ( la de actriz de reparto para Susi Sánchez ) cuya gala se celebró unos meses antes. Su cuarto trabajo llega en un mal momento, en plena temporada de premios norteamericana, pero tiene una explicación y es que la productora ha conseguido que la película formara parte de la sección Panorama del festival de cine de Berlín celebrado entre el 15 y el 25 de Febrero, y ha decidido exhibir la película en las salas españolas justo al terminar la Berlinale pensando que podía venderse como la ganadora de algún premio, cosa que no ha sucedido.
CRÍTICA:
El director y guionista malagueño Ramón Salazar dirige su cuarto largometraje, en lo que es una filmografía muy interesante y con sello propio, a lo que podemos unir unos trabajos interpretativos muy secundarios, y además de los guiones para sus películas ha sido el responsable de dos cintas de gran éxito en taquilla dirigidas a un público adolescente ( " Tres metros sobre el cielo ( 2010 ) " y " Tengo ganas de ti ( 2012 ) ", de las que no puedo opinar porque no he visto ). Su primer trabajo como director fue en 1999 con " Los hongos ", que rodó con 26 años, y que obtuvo los premios al mejor cortometraje en los festivales de Málaga y Gijón.
Su anterior proyecto, "10.000 noches en ninguna parte ( 2013 )", es un claro ejemplo del talento del director español, y esa película que pasó desapercibida en su estreno comercial, durando únicamente dos semanas en los cines Renoir de Madrid, curiosamente en la primavera de 2014 cuando la cinta ya había conseguido una candidatura a los premios Goya ( la de actriz de reparto para Susi Sánchez ) cuya gala se celebró unos meses antes. Su cuarto trabajo llega en un mal momento, en plena temporada de premios norteamericana, pero tiene una explicación y es que la productora ha conseguido que la película formara parte de la sección Panorama del festival de cine de Berlín celebrado entre el 15 y el 25 de Febrero, y ha decidido exhibir la película en las salas españolas justo al terminar la Berlinale pensando que podía venderse como la ganadora de algún premio, cosa que no ha sucedido.
En el pasado festival de cine de Gijón se proyectó el cortometraje " El domingo ", que sirve como prólogo para esta película, y que pude ver en ese programa cuádruple de cortometrajes que contó entre otros con la presencia de Ramón Salazar, y en su momento no comprendí el cortometraje, pero una vez vista la película comprendes lo que intenta explicar en esos pocos minutos, y que sería ideal poder ver antes de " La enfermedad del domingo ", para poder ver en imágenes algunos asuntos que se debaten en esta película.
He conectado con la película desde el principio y logró emocionarme en algunos momentos, gracias al acierto a la hora de desvelar los enigmas planteados, al trabajo interpretativo de las dos protagonistas ( ninguna es secundaria, lo mismo que sucede en al caso de Darín y Cámara en "Truman ( 2015 )" ) y al trabajo del propio Ramón Salazar a la hora de filmar las imágenes de manera que crea una mayor incertidumbre y angustia por la cercanía a los personajes y su carácter opresor, del que se libera cuando es necesario y ofrecer una mayor amplitud de campo.
El director estaba empeñado en contar con Susi Sánchez, con la que ya trabajó en su anterior película, aunque en aquella ocasión en un papel secundario, y la actriz valenciana ha estado presente en el rodaje desde el principio, a diferencia de Bárbara Lennie que por motivos de agenda o estuvo presente todos los días que duró el rodaje de la película. Ambas lo hacen muy bien, y sin su presencia el proyecto no funcionaría tan bien. La primera interpreta a Anabel, una mujer de clase alta casada con un empresario ( Bernabé, con una breve pero intensa interpretación por parte de Miguel Ángel Solá ) y que tiene un pasado oscuro que conoceremos en la primera parte de la película. La veterana actriz española está irreconocible a nivel físico gracias al trabajo de maquillaje de Ainhoa Eskisabel y de peluquería por parte de Sergio Pérez, y aunque me quedo con el trabajo interpretativo de su compañera de reparto, Susi Sánchez realiza una buena actuación, sin ser la mejor de su carrera.
Bárbara Lennie no deja de sorprendernos, y después de un trabajo no gana cerrado en la película argentina "Una especie de familia ( 2017 )", vuelve a realizar una composición interpretativa en donde se expone físicamente y sabe mantener el tipo en las escenas más dramáticas, cundo la cámara se mantiene fija en su rostro. Su personaje de Chiara, una mujer de 43 años con la que se identificarán los espectadores, y que es directa e irónica. Un acierto la elección de esas dos grandes actrices, que son clave en el buen funcionamiento del proyecto, que además hablan muy bien el francés, teniendo en cuenta que gran parte de la película se desarrolla en una pequeña localidad francesa cercana a la frontera española. Además de Miguel Ángel Solá, citado anteriormente, destacan el veterano Richard Bohringer, doble ganador del premio César, en una única escena en la parte final, y la joven Greta Fernández como Greta, la hija de Anabel y Bernabé.
A destacar la fotografía de Ricardo de Gracia, que sabe mantener muy bien la cámara fija en las escenas de más intensidad dramática, y que sabe jugar muy bien con la luz en las escenas nocturnas en esa casa en medio del bosque situado en el Pirineo francés, en concreto en la localidad de Prats-de-Mollo-la-Preste.
Otro aspecto positivo es el diseño de vestuario a cargo de Clara Bilbao, doble ganadora del Goya en esa categoría, lo que se pone de manifiesto en la fiesta inicial con esos trajes elegantes y con una gran variedad de colores, y que contrasta con las vestimentas más austeras de los vecinos de esa bella localidad francesa.
La música está ausente durante casi todo el metraje para buscar ese realismo del sonido de la naturaleza, y por lo tanto el trabajo de Nico Casal está ausente salvo dos momentos resaltan alguna situación dramática, y a lo largo del metraje podemos escuchar dos canciones insertadas en el momento preciso, una de ellas el " 99 Luftballons " del grupo alemán Nena.
Un gran final que cierra de manera perfecta el relato, y justo antes el director nos regala una escena con las protagonistas disfrutando o sufriendo en una especie de montaña rusa.
Una película recomendable a los aficionados a los dramas europeos independientes, y a los que han podido ver los anteriores trabajos del director malagueño.
LO MEJOR: La actuación de sus protagonistas. La fotografía.
LO PEOR: Pasará desapercibida en una cartelera con películas nominadas al Óscar.
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
Alain Garrido en My Sofa
PODCAST:
DÍAS DE CINE:
NOTAS DEL DIRECTOR:
La primera piedra que coloqué para levantar esta historia fue decidir que SUSI SÁNCHEZ fuese la protagonista, el punto de vista desde el que contar la película. Nos habíamos entendido a la perfección trabajando en mi anterior lm 10.000 NOCHES EN NINGUNA PARTE y gracias a este trabajo ella había conseguido una nominación al Goya.
Susi es una actriz dispuesta a todo con tal de llegar al recoveco emocional más escondido y siniestro que pueda tener un personaje. Su compromiso con un proyecto es absoluto y concienzudo y pocas veces he visto a alguien dispuesta a dejarse llevar tanto o a defender con garras a la mujer que interpreta. Quería repetir (más y mejor) con ella, no hay mayor placer que poder profundizar aún más en el interior de una actriz sabiendo que va a saltar al vacío sin red.
He podido trabajar con ella de manera excepcional ya que, incluso durante la escritura del guión, ya se encontraba incorporada al proyecto. Poder leer lo que escribes en boca de la actriz que lo interpretará, escuchar como va expresando su alma el personaje, tener respuesta de la actriz al momento sobre el proceso de creación; es un ensayo que comienza dos años antes de empezar a rodar, un arma valiosísima de la que no siempre se dispone a esas alturas del proceso.
Quería huir de lo coral, contar una historia centrada en dos personajes femeninos, madre e hija y quería que el peso dramático estuviese sobre ellas dos. Por tanto los anclajes narrativos debían ser igual de precisos: madre e hija; un abandono; un reencuentro; un motivo; ¿una redención?
Siempre busco referencias en la fotografía, me parece un arte que propone una importante carga de imaginación en su interpretación. Hay historias completas en una fotografía. Escogí dos para este proyecto, dos que fueron la cabecera que inspiraba la historia entera.
En la primera ( del álbum familiar de Serge Gainsbourg y Jane Birkin ), una niña de perfil mirando algo fuera de plano, dándole la importancia a aquello que nosotros no vemos.
En la segunda ( del fotógrafo Jaime Olías ), una mujer casi sumergida en un lago, inmóvil, en un plano picado que le otorga toda la importancia al agua.
Y la obsesión por unir emocionalmente estas dos imágenes, que es el trayecto al que se enfrenta esta película: empezando con una niña de ocho años que espera que vuelva su madre ( que no regresa nunca ) y terminando treinta y cinco años después con esa madre sumergida hasta los hombros en un lago.
UN RECUERDO DE LA INFANCIA:
Recuerdo cuando tenía ocho años y odiar profundamente la sensación que me producía el domingo por la tarde. Ese momento en que se va el sol y ya no puedes hacer nada más que dejar que todo acabe y esperar que llegue el lunes. Me resultaba tremendo, me invadía el desasosiego y una profunda sensación de que la vida dejaba de tener sentido.
El lunes desaparecía todo, por supuesto. Te volvías a enfrentar al lunes con fuerza y deseando que el viernes llegara lo antes posible.
Pensé, ¿ Qué pasaría si uno de los personajes viviese en la sensación continua del domingo por la tarde ? ¿ Y si aquella niña de ocho años siguiese allí, pegada a la ventana esperando que su madre regresara aquel domingo por la tarde, pero ya hubiese pasado los 40 ? Y ahí nacía la segunda protagonista, Chiara, el personaje que interpreta BÁRBARA LENNIE.
LA TEORÍA DEL EMBUDO:
La premisa de esta película es esta: una madre abandona a su hija con ocho años, treinta y cinco años después ésta reaparece y le pide a su madre que pasen diez días juntas.
Por tanto el siguiente paso en la creación de la historia sería: ¿cómo meter treinta y cinco años en diez días?
Se presentaba la estructura narrativa como una especie de embudo, en la que los temas universales a tratar tras casi cuatro décadas de ausencia se atascarían en el conducto estrecho de los diez días.
Aparte de no querer hacer una película de personajes explicándose o poniendo excusas sobre lo que hicieron o no hicieron bien, resultaba restrictivo tratar de solucionar en diez días el abismo abierto por el abandono y la ausencia. Hay por tanto una decisión de no tomar ese camino y dejar que los personajes vayan a la esencia de sus almas sin expresar sus emociones abiertamente; olvidar razonar a favor de una emoción contenida que se tapa con la imposibilidad de comprender aquello que las marcó para toda la vida. Hay cosas demasiado grandes para expresarlas; o como diría uno de los personajes: “No te lo puedo explicar, hay que vivirlo.”
( Fuente del texto: Dossier de prensa-Caramel Films )
TRAILER: