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WESTERN ( 2017 )

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EL CONFLICTO EN BULGARIA


PAÍSES: Alemania-Bulgaria-Austria ( 2017 )
DIRECCIÓN: Valeska Grisebach
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 4 de Enero de 1968, Bremen ( Alemania )
INTÉRPRETES: Meinhard Neumann, Reinhardt Wetrek, Waldemar Zang,Syuleyman Alilov Letifov, Detlef Schaich, Veneta Fragnova, Viara Borisova, Kevin Bashev, Aliosman Deliev
GUIONISTA: Valeska Grisebach
FOTOGRAFÍA: Bernhard Keller
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Komplizen Film, Chouchkov Brothers, Coop99 Filmproduktion, KNM, Das Kleine Fernsehspiel (ZDF), Arte
DISTRIBUIDORAS EN ESPAÑA: La Aventura Audiovisual, Good Films
DURACIÓN: 100 minutos
PREMIOS: 14 Premios, incluyendo uno en el festival de cine de Sevilla



SINOPSIS:
Un grupo de obreros alemanes empieza a trabajar en un lugar remoto en la campiña búlgara. La tierra lejana despierta el sentido aventurero de los hombres, pero también tienen que enfrentarse a sus propios prejuicios y desconfianzas debido a las barreras lingüísticas y culturales. Al poco tiempo, empezarán a competir por el reconocimiento y los favores de los aldeanos.
 ( Fuente Sinopsis y cartel: La Aventura Audiovisual )
 ( Fuentes imágenes: La Aventura Audiovisual, IMDb )
 ( Fuentes información de la película: Filmaffinity, La Aventura Audiovisual, IMDb )


CRÍTICA:
Una de las cosas buenas del séptimo arte es que hay películas dirigidas a públicos con gustos muy variados, y uno de los casos es el de esta coproducción europea cuya historia se desarrolla en Bulgaria, y que retrata muy bien, con un ritmo pausado y una narración intimista, la inmigración y la confrontación entre unos trabajadores alemanes que son contratados en la construcción de una presa cercana a una pequeña localidad de Bulgaria, en una zona árida. El enfrentamiento entre los ciudadanos búlgaros y los recién llegados origina una tensión que se va aumentando poco a poco, y esa cocción a fuego lento está muy bien reflejada en el guión, así como la diferencia de razas y culturas, y otros temas que parecen secundarios pero que poco a poco se van integrando en la trama como el machismo, el amor y la supervivencia.
La película se presentó en el festival de cine de Cannes, ya que formó parte de la prestigiosa sección Un Certain Regard, aunque se fue de vacío del festival francés, lo que no sucedió en su paso por el festival de cine europeo de Sevilla en donde recibió el Gran Premio del jurado. Unas semanas después se proyectó en el FICX, en donde pude verla por primera vez, ya que la película estaba incluida en la sección Esbilla del pasado festival asturiano. También ha sido candidata a 2 premios Lola ( los Goya alemanes ), los de película y dirección, y está dirigida por Valeska Grisebach, en lo que es el tercer largometraje de la directora alemana. 



La propuesta se ha rodado en exteriores, en el escenario real en donde se desarrolla la historia, en concreto en la localidad de Petrelik, situada al sur de Bulgaria y cercana la frontera con Grecia. En esa región árida, con poca vegetación, aunque existe algo de flora teniendo en cuenta que existe un pantano en donde se está contrayendo esa presa, hay dificultades para entenderse y la manera de abordar el relato es bastante creíble a la hora de mostrar esas diferencias idiomáticas y la comunicación por gestos, que origina confusiones y aumentará esa desconfianza de unos en los otros. Curiosamente los inmigrantes son alemanes, lo que suena extraña teniendo en cuenta que ese país parece que únicamente acoge personas procedentes de otros países, pero que como vemos en esta película también hay trabajadores que buscan un futuro mejor en otro país aparentemente de mayor pobreza. Los alemanes hacen piña para lograr la supervivencia y si pueden aprovecharse de la pobreza y la incultura de los habitantes de esa zona, y lo mismo podemos decir en el caso de los búlgaros que ven a los recién llegados como una amenaza para su vida diaria tranquila. 


Pero hay un personaje, el de Meinhard, que mantiene su independencia, lo que generará conflicto entre sus compañeros de trabajo, que fluctuará entre dos bandos echando en cara los comportamientos egoístas y equivocados a sus compatriotas, sobre todo de Vincent, el que lleva la voz cantante dentro de los trabajadores alemanes. Ese recién llegado se irá poco a poco ganando la confianza y amistad de los que sienten que esos inmigrantes están ocupando sus puestos de trabajo y llevando al caos a los habitantes de Petrelik, y todo ello unido al amor surgió entre el alto y espigado alemán y una joven búlgara, hará que la atmósfera enigmática y la tensión acentúe el interés. 
No es una película sencilla por su ritmo pausado, por su larga duración superior a las dos horas, y por su carácter intimista y alejarse de elementos distorsionados como la música, lo que aburrirá incluso al público medio. Me parece un acierto la ausencia casi total de música original y una fotografía bastante buena de Bernhard Keller. 
Lo más destacado es el guion y los temas que aborda y desarrolla bastante bien, y también me parecen destacadas la dirección de Grisebach, la fotografía de Bernhard Keller y las actuaciones de los dos protagonistas, Meinhard Neumann como Meinhard y Reinhardt Wetrek en el papel de Vincent.
Muy recomendable a los que disfrutan con los dramas sociales narrados a ritmo lento y con un trasfondo complejo pero bastante cercano a la realidad actual en la Europa del siglo XXI.



LO MEJOR: El guion. Saber reflejar muy bien los conflictos por los problemas lingüísticos de comunicación.
LO PEOR: Tarda un poco en arrancar.

CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:

Pedro de Frutos en El Ónfalos


Miguel Martín en Nos Hacemos un cine en Orión


PODCAST:



DÍAS DE CINE:
ENTREVISTA A LA DIRECTORA:
¿ Cuál fue el germen de esta película ?
Llegamos a esta historia por diferentes caminos que se fueron uniendo entre sí. Uno fue el género western, claro. Crecí en el Berlín Occidental de los 70, sentada frente al televisor. Veíamos muchos westerns y nunca dejaron de cautivarme de una forma extraña, así que en un momento dado se desencadenó en mí un deseo de volver a ellos, como si fuesen un lugar ya visitado. De niña, me identificaba con los héroes masculinos de los westerns y al mismo tiempo me enamoraba perdidamente de ellos. Quizás este conflicto contribuyó a mi deseo de explorar el género “ masculino ” en sí mismo. Quería sentirme más cerca del personaje del western, a su carácter solitario y melancólico. También está el tema de la xenofobia latente, algo que siempre había querido explorar en una película.
Estaba interesada en esta idea del “ alemán ”, que a veces manifiesta un sentido inequívoco de la fuerza y la superioridad, un impulso de tenerse a sí mismo en el estatus más alto, de diferenciarse. Ese momento en el que el desprecio sustituye a la empatía.
La idea de colocar un grupo de alemanes trabajando en un país extranjero fue el punto de inicio para acceder a este tema. El nuevo territorio no les es familiar, allí se sienten extranjeros y tienen que enfrentarse a sus propios prejuicios y desconfianzas.


¿ Cuáles son los elementos que te atrajeron del western para transferirlos al momento actual ?
Me fascinan las capas, las contradicciones y los tonos de los temas en el western. Me interesa el significado de esa ambivalencia entre el aquí y ahora como construcción social.
Estaba interesada en el duelo como principio por el cual vives tu vida y te relacionas, como algo muy vivo a través de lo que estableces contacto y con lo que en cierto sentido miras directamente a los ojos a la otra persona. Al mismo tiempo, el duelo propaga la idea de poder y control, de fortaleza. Lo encontraba interesante como tema para Meinhard, el protagonista: su miedo es por lo que le resulta más difícil perdonarse a sí mismo. El duelo crea la distancia y al mismo tiempo la cercanía. Te identifica con tu rival. Crea intimidad siendo el opuesto a “ amor a primera vista ”.
También la misión por la independencia y la libertad, encarnada por los héroes del western. La idea de dejar todo atrás. Creo que esto es un tema universal y romántico que expresa algo sobre la añoranza por la aventura y el significado del destino personal.


Estos elementos están representados por los personajes principales, Meinhard y Vincent.
Los westerns son también sobre “ la preparación ” de una imagen que no expresa sentimientos, pero que oculta muchas emociones. Incluido el miedo a perder esa imagen, el miedo a ser reconocido por otra persona, de perder el control.
Quería un héroe que no fuera joven, que sintiese que la vida le debía todavía una aventura, una experiencia. Un héroe que tenía que batallar con el oportunismo y el miedo. Un gran hombre cuyo atractivo levantase miradas, que pareciese un líder, pero ocultase ese “ pequeño hombre ” que realmente quiere desaparecer en la multitud y pasar desapercibido. Alguien que puede con todo, pero a la vez aún tiene sueños. Es un personaje que también tiene un lado narcisista y antisocial. Quería exponer la tensión entre la persona que esperas ser y la que eres con tu comportamiento.


¿ Cómo el cowboy del western llega a ser un trabajador alemán de la construcción en la frontera entre el este y el oeste ?
Estaba mirando la iconografía, la naturaleza de los héroes del western en el mundo del día a día, y muy rápido me vino a la mente el mundo de la construcción. El físico, las ropas, las herramientas... Realmente fue un punto de partida muy superficial: ¿ qué tipo de hombre me imaginaba a caballo ? Hablé sobre el duelo con muchos hombres y mujeres con backgrounds muy diferentes, pero seguí con mi idea inicial. Estaba intere- sada en la masculinidad pasada de moda que acompaña al mundo de la construcción, ese cerrado mundo de hombres con sus propias reglas. Un mundo en el que las mujeres están ausentes físicamente, pero presentes en sus fantasías. Me impresionaba su sentido del humor e ingenio. Me sentí conmovida por la ternura e intimidad que une a los hombres entre sí. Sin embargo, la elección del escenario es realmente superficial, una decisión formal, podría ser cualquier otro.
Algo que si era importante era la idea de “ estar fuera por trabajo ”. En esta situación el hombre llega a conocer el paisaje extranjero a través de trabajo físico y grandes máquinas. Me gustaba la idea de hombres alemanes, con su superioridad técnica, llegando a Bulgaria y compartiendo la experiencia del comunismo con los aldeanos.


Tras Be My Star y Longing, esta ha sido la primera vez que has rodado en el extranjero, ¿ cómo fue la experiencia ?
Para mí, rodar esta película en un lenguaje extranjero y en lugares que no eran mi casa fue un ejercicio muy positivo en el que salí de mi zona de confort. Encontré muy productivo el talento de improvisación de los autóctonos y su fe incondicional en el proyecto, fue un alivio. En nuestra búsqueda de localizaciones, hice muchos viajes a Bulgaria. Al principio, a pesar de todos nuestros esfuerzos por ir preparados, eran viajes a lo desconocido. Sabes aproximadamente lo que estás buscando, pero no dónde encontrarlo. Al mismo tiempo estás abierta por completo a la participación y puedes encontrar algo que de repente sea importante para la historia. Hubo muchos encuentros en esos viajes, muchas historias que no aparecen en la película. De esta forma encontré nuestra localización, el pueblo Petrelik. A través de los viajes de Alemania a Bulgaria quería dos perspectivas diferentes de Europa que se encontrasen.
La decisión tuvo que ver también con el buen recibimiento de la gente, que fueron un gran apoyo en todo lo que hicimos. Además, el humor búlgaro es salvaje y autocrítico, y a menudo reflexiona sobre el destino personal. Se ríen de ellos mismos, no de los otros. Tienes la impresión de que, gracias a la historia reciente de Bulgaria, la idea de ser capaz de confiar no tiene mucha influencia en la sociedad. En cada familia, alguien ha ido al extranjero para ganar dinero o estudiar. Una alta proporción de la generación joven está dejando el país, por lo que tienen al resto del mundo muy presente.


La película está definida también por el “ cómo ” del proceso de trabajo, la dirección, los planos, etc. 
Nunca me había puesto a hacer una película con una historia en mente. En vez de eso, siempre tengo un tema relativamente abstracto al que me aproximo a través de un proceso personal altamente asociativo.
El acto de salir y buscar contactos es una parte fundamental en mi forma de escribir y rodar.
Para mí es importante usar métodos documentales en cada etapa, que es como dejas entrar a lo inesperado, lo que no te puedes inventar. Encuentro muy fructífero confrontar repetidamente una narrativa ficcional con la realidad como si fuera una discusión en mi propia imaginación, un reto productivo. Para eso necesito una plataforma dramática estable, que me aporte libertad cuando trabajo el contenido y los subtextos.
La base para el rodaje es un tratamiento integral. Para mí, por un lado, es una descripción concreta del argumento, pero el texto también debe transmitir la atmósfera y agudizar la percepción en la audiencia de lo que idealmente ofrecen las escenas y la historia. También conlleva una imprecisión que describe muy bien lo que estoy buscando. En el proceso entero, muchos detalles y escenas se desarrollan más allá de lo planteado y se intensifican a través de los actores y las localizaciones reales. Así la historia adquiere su propia realidad. Yo siempre estoy muy contenta cuando la narrativa se distancia de la página. Otra etapa crucial ha sido el montaje con Bettina Böhler, donde la película se concibe de nuevo.


¿ Cómo desarrollas el concepto visual con tu director de fotografía Bernhard Keller ?
Quería una cámara manejada tranquilamente, una cámara discreta. Con distancias focales normales y largas que junto a tomas estáticas agudizasen el sentido de los espectadores para llegar al nivel de abstracción de algunas escenas. Queríamos encontrar un estilo coloquial y simple en el que los espacios de la película se abriesen. En el duelo queríamos que el “ plano-contraplano ” jugase un papel esencial y diese la explicación y división del espacio, no solo el espacio público que los personajes comparten, sino también el que tienen para ellos mismos. El mundo de Meinhard.
Nunca vi el viaje de alemanes constructores para trabajar en un país extranjero como una situación realista o naturalista. Estaba interesada en el tema por su exageración. En un primer momento quería que el espacio pareciese alienígena y misterioso. A través de la puesta en escena y la composición, queríamos tener un espacio de aventuras fuera del tiempo que contase la historia de Meinhard y los mundos y fantasías del grupo.
( Fuente de la entrevista: Pressbook-La Aventura Audiovisual )





TRAILER:

 





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