EL REENCUENTRO FAMILIAR EN ATENAS
TÍTULO ORIGINAL: O gios tis Sofías
DIRECCIÓN: Elina Psikou
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 8 de Marzo de 1977, Atenas ( Grecia )
INTÉRPRETES: Viktor Khomut, Valery Tcheplanowa, Thanasis Papageorgiou, Artemis Havalits, Christos Stergioglou, Iro Maltezou
GUIONISTA: Elina Psikou
FOTOGRAFÍA: Dionysis Efthimiopoulos
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Heretic, KinoElektron, Chouchkov Brothers, SIF 309 Film Music, Stefi Films, Prosenghisi Film, Video Productions, Steficon SA
DURACIÓN: 85 minutos
PREMIOS:6 Premios, incluyendo uno en el festival de Tribeca de 2017
SINOPSIS:
" Son of Sofia " transcurre en Atenas durante los Juegos Olímpicos de 2004. Misha, de once años, viene de Rusia para reunirse, después de dos años separados, con su madre, quien da nombre al título, Sofia. Sofia está casada con el Sr. Nikos, un caballero mayor y conservador que era la estrella de un programa de televisión para niños durante la dictadura. Nikos y Misha pertenecen a mundos totalmente diferentes y su única conexión es su amor por Sofia, que intenta buscar el equilibrio entre los dos hombres y sus propias necesidades.
( Fuente sinopsis: Filmin-Atlántida Film Fest )
( Fuente cartel: Filmaffinity )
( Fuente imágenes: IMDb )
( Fuentes información de la película: Filmaffinity, Filmin, IMDb )
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CRÍTICA:
El segundo largometraje dirigido por Elina Psikou es un drama europeo que fue premiado en el festival de Tribeca de 2017 como la mejor película internacional, y gracias a este éxito fue seleccionada para formar parte de la sección Rellumes del pasado festival de cine de Gijón en donde la pude ver por primera vez, y actualmente forma parte del programa de la VIII edición del Atlántida Film Fest dentro de la sección Generación.
La película es una historia de reencuentro familiar de una madre con su hijo, después de que ella abandonar a Rusia para trasladarse a Atenas, dejando a su hijo de 8 años para empezar una nueva vida totalmente diferente a la que tenía hasta el momento. Lo que debería ser una situación alegre se transforma en un infierno desde el momento en el que el niño que en ese momento tiene 10 años, del que nos muestran el momento de su bautizo en 1994, se da cuenta que su madre se ha casado en un matrimonio de conveniencia con un hombre mucho mayor al que no quiere con el que confrontará desde el primer momento el joven recién llegado. Michael ( llamado Misha por la mascota de los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 ) se tiene que quedar la mayor parte del día en casa junto a Nikos, ese hombre mucho más mayor que Sofia, la madre de Misha, y que es bastante estricto y en algunos momentos déspota, con ideas conservadoras extremas, y que odia el comunismo y Rusia.
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La madre acepta esta situación ya que así puede tener una vida mejor a la que tenía en su país, pero que tiene que aceptar las normas de conducta de su actual marido, pero en el caso del menor no está dispuesto a ceder ante las presiones de su padrastro, y la película irá desvelando los enigmas de los 3 personajes protagonistas en el primer tercio, que es lo mejor de la película, que va perdiendo fuerza poco a poco, sobre todo a partir de una situación clave que sucede en la parte central, y en la segunda mitad la propuesta es bastante monótona y repetitiva.
Destacan las actuaciones de Valery Tscheplanowa en el papel de Sofia y de Victor Khomut como Misha, y ambos están bastante bien y creíbles en sus papeles dramáticos. Completan el reparto Thanasis Papageorgiou como Nikos, Areti Seidaridou como Nina la amiga de la Sofia y Artemios Havalits en el del nuevo amigo del niño protagonista. A nivel técnico y artístico destaca la fotografía de Dionysis Efthymiopoulos que tiene varios planos fijos muy bien filmados y que es de calidad tanto en escenas de interior de la casa del señor Nikos como en los exteriores en las calles de Atenas. En la película es fundamental el lenguaje y los diferentes idiomas del niño recién llegado que habla ruso y no griego con el de su padrastro que únicamente habla griego, y eso es aprovechado por la madre para decir cosas a su hijo sobre su actual pareja sin que el señor mayor se entere de lo que estaño hablando, y eso provoca reacciones de enfado de Nikos.
Una película que no es fácil de recomendar, pero que puede tener su público entre los aficionados al cine europeo más independiente.
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LO MEJOR: La fotografía.
LO PEOR: La hora final es bastante monótona.
CRÍTICA:
El segundo largometraje dirigido por Elina Psikou es un drama europeo que fue premiado en el festival de Tribeca de 2017 como la mejor película internacional, y gracias a este éxito fue seleccionada para formar parte de la sección Rellumes del pasado festival de cine de Gijón en donde la pude ver por primera vez, y actualmente forma parte del programa de la VIII edición del Atlántida Film Fest dentro de la sección Generación.
La película es una historia de reencuentro familiar de una madre con su hijo, después de que ella abandonar a Rusia para trasladarse a Atenas, dejando a su hijo de 8 años para empezar una nueva vida totalmente diferente a la que tenía hasta el momento. Lo que debería ser una situación alegre se transforma en un infierno desde el momento en el que el niño que en ese momento tiene 10 años, del que nos muestran el momento de su bautizo en 1994, se da cuenta que su madre se ha casado en un matrimonio de conveniencia con un hombre mucho mayor al que no quiere con el que confrontará desde el primer momento el joven recién llegado. Michael ( llamado Misha por la mascota de los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 ) se tiene que quedar la mayor parte del día en casa junto a Nikos, ese hombre mucho más mayor que Sofia, la madre de Misha, y que es bastante estricto y en algunos momentos déspota, con ideas conservadoras extremas, y que odia el comunismo y Rusia.
La madre acepta esta situación ya que así puede tener una vida mejor a la que tenía en su país, pero que tiene que aceptar las normas de conducta de su actual marido, pero en el caso del menor no está dispuesto a ceder ante las presiones de su padrastro, y la película irá desvelando los enigmas de los 3 personajes protagonistas en el primer tercio, que es lo mejor de la película, que va perdiendo fuerza poco a poco, sobre todo a partir de una situación clave que sucede en la parte central, y en la segunda mitad la propuesta es bastante monótona y repetitiva.
Destacan las actuaciones de Valery Tscheplanowa en el papel de Sofia y de Victor Khomut como Misha, y ambos están bastante bien y creíbles en sus papeles dramáticos. Completan el reparto Thanasis Papageorgiou como Nikos, Areti Seidaridou como Nina la amiga de la Sofia y Artemios Havalits en el del nuevo amigo del niño protagonista. A nivel técnico y artístico destaca la fotografía de Dionysis Efthymiopoulos que tiene varios planos fijos muy bien filmados y que es de calidad tanto en escenas de interior de la casa del señor Nikos como en los exteriores en las calles de Atenas. En la película es fundamental el lenguaje y los diferentes idiomas del niño recién llegado que habla ruso y no griego con el de su padrastro que únicamente habla griego, y eso es aprovechado por la madre para decir cosas a su hijo sobre su actual pareja sin que el señor mayor se entere de lo que estaño hablando, y eso provoca reacciones de enfado de Nikos.
Una película que no es fácil de recomendar, pero que puede tener su público entre los aficionados al cine europeo más independiente.
LO MEJOR: La fotografía.
LO PEOR: La hora final es bastante monótona.