VENGANZA CONTINUA
TÍTULO ORIGINAL: Destroyer
DIRECCIÓN: Karyn Kusama
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DE LA DIRECTORA: 21 de Marzo de 1968, Nueva York ( Estados Unidos )
INTÉRPRETES: Nicole Kidman, Sebastian Stan, Tatiana Maslany, Toby Kebbell, Scoot McNairy,Bradley Whitford, James Jordan, Toby Huss, Jade Pettyjohn, Shamier Anderson,Jan Hoag
GUIONISTAS: Phil Hay, Matt Manfredi
FOTOGRAFÍA: Julie Kirkwood
MÚSICA: Theodore Shapiro
GÉNERO: Thriller
PRODUCCIÓN: 30West, Automatik Entertainment.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: A Contracorriente Films
DURACIÓN: 123 minutos
PREMIOS:2 Premios en la carrera de premios norteamericanos 2018-2019
SINOPSIS:
Erin Bell es una detective de Los Ángeles incapaz de perdonarse sus errores del pasado. Con los años, su prioridad es reconducir la difícil relación con su hija adolescente. Cuando el líder de una banda criminal en la que ella se infiltró de joven regresa a la ciudad, Erin encontrará su última oportunidad para redimirse y garantizar un futuro mejor para su familia.
Erin Bell es una detective de Los Ángeles incapaz de perdonarse sus errores del pasado. Con los años, su prioridad es reconducir la difícil relación con su hija adolescente. Cuando el líder de una banda criminal en la que ella se infiltró de joven regresa a la ciudad, Erin encontrará su última oportunidad para redimirse y garantizar un futuro mejor para su familia.
( Fuente sinopsis: A Contracorriente Films )
( Fuente cartel e imágenes: Image.net-A Contracorriente Films )
( Fuentes información de la película: Filmaffinity, A Contracorriente Films, IMDb )
CRÍTICA:
La veterana guionista y realizadora Karyn Kusama nos presenta su nuevo largometraje, tiene ya una carrera interesante dentro de las películas de género, desde “Girlfight”, pasando por “Æon Flux” hasta su éxito más reconocido “La invitación”. Casi toda su filmografía está desarrollada bajo el punto de vista del protagonista, muchas veces encarnados en papeles femeninos.
La película se desarrolla en dos tiempos y trata sobre una policía infiltrada en una banda de ladrones. Utilizando un montaje espectacular nos va mostrando la trama del asalto, junto con el de la venganza. La protagonista intentará en todo momento reparar los errores del pasado, cuando no pudo evitar que el líder de la banda huyera causando consecuencias trágicas.
La cámara esta en continuo movimiento siguiendo a la protagonista que en todo momento buscará venganza contra los supervivientes del atraco. La cinta es en sí bastante extraña, tiene un tono de documental y una intensidad dramática que no permitirá al espectador despistarse ni un solo momento.
Desde la escena inicial que arranca con un primer plano suyo, Nicole Kidman será la auténtica protagonista, su rostro es prácticamente irreconocible y realiza unos de los papeles más completos de su carrera. El estilo documental que hemos comentado anteriormente beneficia al resto de actores, los cuales están bastante bien y son muy creíbles en cada escena.
Aunque la película quizás no llegue al nivel de “La invitación”, que es su mejor película hasta la fecha, la directora consigue un thriller negro con un gran montaje y una espectacular puesta en escena. Solo por ver la actuación de Nicole Kidman ya merece la pena pagar una entrada.
Puntuación: 7/10
LO MEJOR: Nicole Kidman está espectacular.
LO PEOR: Algunas escenas se hacen rutinarias y ya vistas.
CRÍTICA:
La veterana guionista y realizadora Karyn Kusama nos presenta su nuevo largometraje, tiene ya una carrera interesante dentro de las películas de género, desde “Girlfight”, pasando por “Æon Flux” hasta su éxito más reconocido “La invitación”. Casi toda su filmografía está desarrollada bajo el punto de vista del protagonista, muchas veces encarnados en papeles femeninos.
La película se desarrolla en dos tiempos y trata sobre una policía infiltrada en una banda de ladrones. Utilizando un montaje espectacular nos va mostrando la trama del asalto, junto con el de la venganza. La protagonista intentará en todo momento reparar los errores del pasado, cuando no pudo evitar que el líder de la banda huyera causando consecuencias trágicas.
La cámara esta en continuo movimiento siguiendo a la protagonista que en todo momento buscará venganza contra los supervivientes del atraco. La cinta es en sí bastante extraña, tiene un tono de documental y una intensidad dramática que no permitirá al espectador despistarse ni un solo momento.
Desde la escena inicial que arranca con un primer plano suyo, Nicole Kidman será la auténtica protagonista, su rostro es prácticamente irreconocible y realiza unos de los papeles más completos de su carrera. El estilo documental que hemos comentado anteriormente beneficia al resto de actores, los cuales están bastante bien y son muy creíbles en cada escena.
Aunque la película quizás no llegue al nivel de “La invitación”, que es su mejor película hasta la fecha, la directora consigue un thriller negro con un gran montaje y una espectacular puesta en escena. Solo por ver la actuación de Nicole Kidman ya merece la pena pagar una entrada.
Puntuación: 7/10
LO MEJOR: Nicole Kidman está espectacular.
LO PEOR: Algunas escenas se hacen rutinarias y ya vistas.
( Crítica de Christopher Laso )
PODCAST:
DECLARACIONES DE LA DIRECTORA:
En el fondo, Destroyer. Una mujer herida es una película acerca de afrontar tus errores y con tal decidida valentía, responsabilizarte de tus actos.
Dentro del consistente marco del thriller policíaco, también es un audaz estudio de personaje que abunda en la herida Erin Bell, detective de la policía de Los Ángeles no obstante de psique resistente. El mundo del crimen que ella investiga, junto a una estructura narrativa que permite la sorpresa en el relato, recuerda películas como Heat y Sospechosos habituales. Pero la cinta también permite acceder a la intimidad de ella en la tradición de filmes de género tan variados como Taxi Driver, Un profeta, o Nightcrawler. Resulta todavía más actual y relevante por tener a una mujer como protagonista, y no puedo pensar en otro momento en que haya adorado más a un personaje.
El aspecto y la sensación del film refleja el mundo de extremos que éste contiene: el espejismo seductor de un Los Ángeles de luz cegadora y del fantasioso manto de la la niebla costera, alimentado por el asalto sonoro de la llamada “Escena de Palm Desert” de los 90 y las elaboraciones pop de los cuarenta principales radiofónicos de hoy.
Aunque Destroyer. Una mujer herida se mueve entre dos marcos temporales distintos, principalmente evoluciona por el Los Ángeles actual, una amalgama, en el siglo XXI, de abogados corruptos y delincuentes de poca monta, traficantes de armas, y predicadores locales, trabajadores abnegados de clase media y charlatanes carismáticos. Esta enorme ciudad, conectada por sistemas de autopistas en expansión y salpicada de vecindarios tan distintos como su gente, es en sí mismo un reflejo del alma partida de Erin Bell: zumba de secretos y mentiras, se bate por encontrar qué es real en un paisaje cuidadosamente superficial. Aunque mucho del enfoque del film es innegablemente visceral y descarnado, hay ocasión para inesperados lirismo y belleza. Los momentos de redención, tanto visuales como morales, resultan escasos pero ganados a pulso.
En el fondo, Destroyer. Una mujer herida es una película acerca de afrontar tus errores y con tal decidida valentía, responsabilizarte de tus actos.
Dentro del consistente marco del thriller policíaco, también es un audaz estudio de personaje que abunda en la herida Erin Bell, detective de la policía de Los Ángeles no obstante de psique resistente. El mundo del crimen que ella investiga, junto a una estructura narrativa que permite la sorpresa en el relato, recuerda películas como Heat y Sospechosos habituales. Pero la cinta también permite acceder a la intimidad de ella en la tradición de filmes de género tan variados como Taxi Driver, Un profeta, o Nightcrawler. Resulta todavía más actual y relevante por tener a una mujer como protagonista, y no puedo pensar en otro momento en que haya adorado más a un personaje.
El aspecto y la sensación del film refleja el mundo de extremos que éste contiene: el espejismo seductor de un Los Ángeles de luz cegadora y del fantasioso manto de la la niebla costera, alimentado por el asalto sonoro de la llamada “Escena de Palm Desert” de los 90 y las elaboraciones pop de los cuarenta principales radiofónicos de hoy.
Aunque Destroyer. Una mujer herida se mueve entre dos marcos temporales distintos, principalmente evoluciona por el Los Ángeles actual, una amalgama, en el siglo XXI, de abogados corruptos y delincuentes de poca monta, traficantes de armas, y predicadores locales, trabajadores abnegados de clase media y charlatanes carismáticos. Esta enorme ciudad, conectada por sistemas de autopistas en expansión y salpicada de vecindarios tan distintos como su gente, es en sí mismo un reflejo del alma partida de Erin Bell: zumba de secretos y mentiras, se bate por encontrar qué es real en un paisaje cuidadosamente superficial. Aunque mucho del enfoque del film es innegablemente visceral y descarnado, hay ocasión para inesperados lirismo y belleza. Los momentos de redención, tanto visuales como morales, resultan escasos pero ganados a pulso.
Destroyer apunta a evidenciar todo lo que principalmente destruye: el dinero, la avaricia, el hambre, pero también desvela las pérfidas cualidades de la memoria, la negación y la mismísima e inexorable marcha del tiempo. Aunque los impulsos destructivos de la sociedad parecen haber alcanzado una cima apocalíptica, todavía es la peculiar voluntad de un individuo para destruirse a sí mismo lo que me resulta más atrayente y humano.
Al presenciar la autodestrucción de Erin Bell, nos vemos obligados a enfrentarnos a nuestras propias autodestrucciones. Al fin y al cabo, ella paga un precio terrible por su redención, pero no obstante la logra. El público experimenta la espiral de arrepentimiento y vergüenza que domina su odisea en el pasado, pero también es testigo del heroico viaje de un personaje moralmente comprometido, una mujer que finalmente decide solucionar el entuerto a toda costa.
Como parábola, Destroyer. Una mujer herida es una vigorizante historia sobre “una mujer contra sí misma”, un alarido sostenido cuya historia, espero, nos pertenezca a todos.
Al presenciar la autodestrucción de Erin Bell, nos vemos obligados a enfrentarnos a nuestras propias autodestrucciones. Al fin y al cabo, ella paga un precio terrible por su redención, pero no obstante la logra. El público experimenta la espiral de arrepentimiento y vergüenza que domina su odisea en el pasado, pero también es testigo del heroico viaje de un personaje moralmente comprometido, una mujer que finalmente decide solucionar el entuerto a toda costa.
Como parábola, Destroyer. Una mujer herida es una vigorizante historia sobre “una mujer contra sí misma”, un alarido sostenido cuya historia, espero, nos pertenezca a todos.
TRAILER:
( CRÍTICA DE CHRISTOPHER LASO )