EL DÍA DE LA MADRE
TÍTULO ORIGINAL: Pupille
DIRECCIÓN: Jeanne Herry
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DE LA DIRECTORA: 19 de Abril de 1978, Francia
INTÉRPRETES: Sandrine Kiberlain, Gilles Lellouche, Elodie Bouchez, Olivia Côte, Clotilde Mollet,Jean-François Stévenin, Bruno Podalydès, Miou-Miou
GUIONISTA: Jeanne Herry
FOTOGRAFÍA: Sofian El Fani
MÚSICA: Pascal Sangla
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Les Productions du Trésor, Chi-Fou-Mi Productions, Studiocanal, France 3 Cinéma, Artemis Productions, VOO, BE TV, Ciné+, France Télévisions, Shelter Prod, Taxshelter. be, Région Ile-de-France
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Caramel Films
DURACIÓN: 107 minutos
PREMIOS:3 Premios, incluyendo uno en los Lumiere de 2019
SINOPSIS:
Theo acaba de nacer. Después de dar a luz, su madre biológica le entrega a un programa de adopción. Los servicios de adopción deben encontrar entonces a la que se convertirá en su madre adoptiva. En el otro extremo, Alice ( Élodie Bouchez ) lleva casi diez años luchando por ser madre. Un grupo de profesionales trabajará para que Theo y Alice puedan reunirse.
La también actriz Jeanne Herry ( Elle l'adore ) escribe y dirige este drama que protagonizan Sandrine Kiberlain , Gilles Lellouche , Olivia Côte y Élodie Bouchez.
( Fuente sinopsis, cartel e imágenes: Caramel Films )
( Fuentes información de la película: Filmaffinity, Caramel Films, IMDb, Wikipedia )
CRÍTICA:
La joven actriz y directora Jeanne Herry nos presenta su segundo trabajo detrás de las cámaras, después de presentarnos hace unos años su opera prima “Elle l'adore”. En su nueva cinta nos relata con luces y sombras el duro camino de la adopción. La película fue un gran éxito en Francia y obtuvo siete nominaciones a los premios Cesar, entre ellos al de mejor película.
En este mundo en el que vivimos hoy en día, se dan dos lados tremendamente opuestos y duros a la vez, por un lado están las mujeres que deciden dar a sus hijos en adopción nada más nacer y por otro están las mujeres que está deseando por todos los medios ser madres. Aquí se mezclan ambas situaciones y desde el momento inicial vamos viendo como se activan los mecanismos para que un bebe recién nacido y abandonado por su madre se encuentre con un posible madre que lleva más de diez años esperando su momento.
La directora consigue un guion bastante bien estructurado y nos muestra casi en modo documental cómo funcionan los sistemas sociales en Francia y cuáles son los procedimientos a seguir para poder ser madre. Sobre todo vamos descubriendo mientras se va desarrollando la película que el papel de los educadores sociales es encontrar padres para un bebé y no encontrar un bebé para padres sin hijos.
Peros sobre todo aparte del guion, la cinta funciona gracias al magnífico reparto, donde destacan Elodie Bouchez que interpreta de manera magistral y descorazonador a una madre que aspira a que le den un bebé y Gilles Lellouche en el papel de padre de acogida, que da su vida para que los niños se sientan como en su propia casa. Los dos están secundados por un grupo de actores que tienen un papel más pequeño pero no menos importante.
Puntuación: 6/10
LO MEJOR: El reparto en general.
LO PEOR: Algunos tramos son repetitivos y le cuesta avanzar.
( Crítica escrita por Christopher Laso )
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
Pedro de Frutos en El Ónfalos
PODCAST:
ENTREVISTA A LA DIRECTORA:
¿ Por qué decidiste abordar el tema de la adopción ?
No creo que sea un tema habitual en el cine y desde luego no de esta forma. Las películas analizan cómo las personas buscan sus raíces o buscan a un niño. A veces la persona adoptada decide buscar a sus padres, pero esto no ocurre en el momento en el que se adopta al bebé. No es un tema con él que me haya topado personalmente. He tenido dos hijos biológicos, pero tengo una amiga que eligió la vía de la adopción. Acababa de terminar mi película Elle l'adore y estaba trabajando en una obra y buscando un tema cuando mi amiga me dejó un mensaje que lo desencadenó todo. Me decía:o "Me han llamado, tienen un bebé para mí, un bebé francés. Voy a verlo dentro de cuatro días y si todo va bien, me lo traeré a casa dentro de ocho días". La mezcla de euforia y pánico que transmitía su voz era fascinante. Me pregunté por qué le sorprendía que fuera un bebé y un bebé francés, y por qué los plazos eran tan cortos. La forma en que estaba viviendo esta situación me intrigó muchísimo. Le pedí permiso para explorarla más profundamente, para conocer a los trabajadores sociales, pero dejando claro que no contaría su historia. Fui a Finisterre donde tenía un contacto. Fui varias veces y comprendí que la tarea de los trabajadores sociales es encontrar padres para un bebé y no encontrar un bebé para padres sin hijos: fue una revelación. Encontré algún material de ficción interesante en documentales que hablaban sobre este tema. Secuencias cara a cara, hablando sin parar con el bebé, porque Françoise Dolto (pediatra y psicoanalista francesa famosa por sus descubrimientos en psicoanálisis de la infancia) ha dejado huella. Así que todo lo que descubrí fueron las semillas de la futura historia.
La historia documenta y detalla la masa de procedimientos desde el nacimiento anónimo de un niño hasta su adopción, y no se apropia de la película, sino que sirve para situarla en la realidad. Este método de describir una cadena de eventos, desde el nacimiento anónimo de un bebé hasta su adopción, sin interrupción, está tan bien engrasada como un dispositivo de precisión. Cuando lo estaba escribiendo, pensé en términos de una ecuación muy simple: hay una mujer que no quiere a su hijo y otra mujer que quiere un hijo. Después tuve que rellenar y desarrollar la ecuación, que es tan hermosa y cruda como una afirmación lógica. Y da cuenta de toda esa fuerza colectiva que se pone en marcha para que la ecuación tenga solución. La película trata de los negativos que se van sumando hasta llegar a un positivo.
¿ Los actores interactúan con bebés o con muñecos de plástico ?
Esta es una película que muestra cómo reaccionan los bebés al lenguaje verbal así que no podíamos correr riesgos poniéndolos en situaciones potencialmente traumáticas, escenas en las que hubieran escuchado "tu madre no te quiere", etc. Los actores hablaban con muñecos de plástico, incluyendo el final, cuando Élodie se encuentra con Théo y se derrumba mientras le dice lo emocionada que está de conocerlo.
Los ojos son el centro de todo, ahí es donde se forja el vínculo con el bebé. Nos miramos unos a otros, y el amor en los ojos de la otra persona nos da la vida. La película es un ballet de miradas donde se encuentran diferentes visiones.
Los profesionales y los trabajadores sociales hablan mucho sobre la observación, sobre los diferentes puntos de vista de una situación, no solo para la madre y el bebé; su trabajo es sobre la subjetividad, donde van componiendo retratos. Dos trabajadores sociales comparan sus puntos de vista y opiniones sobre cada candidato a la adopción.
¿ De dónde viene el título de Pupille ? ( Pupilo en francés )
Me gusta el juego de significados de esta palabra: un pupilo del Estado y la pupila del ojo. También presté mucha atención al papel de mi visión durante todo el rodaje de la película. Me pregunté sobre mi punto de vista en cada secuencia y cómo ver a cada personaje, desde qué perspectiva. Y la dirección en la que miraba cada personaje.
¿ No dudaste en la elección de Sandrine Kiberlain ?
Quería volver a trabajar con ella después de nuestra última película. Es una gran inspiración para mí. Hay una convergencia entre las palabras que escribo y la forma en que ella las interpreta. Pero es difícil trabajar con una actriz a la que se le ofrece todo tipo de papeles.
¿ Es tu doble ?
Sí, es una versión mejorada de mí misma, un doble perfecto. Es lo que siento. Me gusta ver a Sandrine en papeles como este, interpretando a una mujer que lleva a todos sobre sus hombros. Sólida, concienzuda, meticulosa, poco convencional, divertida. Gilles apoya al bebé y Sandrine apoya a Gilles. Y luego está su deseo, que no es correspondido.
En la película, ¿ dirías que Élodie Bouchez, la candidata a la adopción, pasa de la vulnerabilidad a una seguridad inquebrantable durante un período de ocho años ?
Al principio, se acomoda a su relación, piensa como una pareja, pero poco a poco se muestra más independiente. La vida la ha desgastado, ha sufrido, pero se ha recuperado a lo largo de estos diez años. Está decidida a seguir adelante. Elegí a Élodie porque encarnaba a la perfección a una mujer inteligente y deslumbrante, un soldadito discreto, fuerte sin ser una caricatura, un bulldozer.
En la película, tiene un trabajo muy especial. Se dedica a la audio descripción para ciegos en un teatro. ¿ Filmar a los personajes haciendo su trabajo ayuda a comprenderlos ?
Me gustan las profesiones de la gente. Me gusta ver a las personas en el trabajo, en la vida real y en las películas. En buenas manos (Pupille) empieza enseñándonos a los trabajadores, después a los hombres y mujeres ejerciendo su profesión según su puesto en una organización. En el caso de Alice, la vi como a una persona subordinada, la mujer de la que nos hacemos cargo, pero quería que también fuera la jefa, y que no fuera única que recibiera ayuda. Me topé con esta profesión poco habitual mientras ensayaba para una obra de teatro; un hombre vestido de negro se deslizó en la habitación y me enseñó en qué consiste su trabajo. He conocido a muchos descriptores de audio; forman parte del espectáculo pero en los márgenes. Es un trabajo bonito y desinteresado. Alice describe El oso de Chéjov, mi dramaturgo favorito. En esta obra hay un tiro fallido muy cómico.
¿ Por qué dar un papel protagonista a Jean, un hombre afectuoso que encarna Giles Lellouche ?
El mundo de la adopción es muy femenino, así que elegí a un niño y a un cuidador de acogida. Conocí a un hombre durante mi investigación, ya que esta profesión está cada vez más masculinizada. Pero estaba pensando en términos cinematográficos, no de género. Observar los gestos que implica el cuidado de un bebé realizados por un hombre es una perspectiva nueva. Fue muy estimulante y además había que filmarlo de otra manera. Un hombre, con la dosis justa de virilidad, que ha encarnado una masculinidad sin ambages en la pantalla garantizaba el efecto sorpresa para mí y para los espectadores, y es una imagen muy potente.
¿ Y seguro que también para Lellouche ?
Gilles tiene una gran conciencia de su cuerpo, es denso, sensual. Un bebé es una cosa física, y funcionó entre los dos. Y no es un trabajador social, es un cuidador de acogida elegido por la gente de servicios sociales. Él representa al hombre común, y me divertí mucho filmándolo como un amo de casa; la personificación de la masculinidad sólida, responsable, fiable, divertida, en una pareja donde los roles están invertidos: la mujer trabaja fuera de casa, gana dinero y lo alienta a seguir trabajando, a pesar de sus estados de ánimo.
Clotilde Mollet, que encarna a la asesora, aporta una extravagancia que contrasta con el realismo de la película. Su manera de hablar, su aspecto algo anticuado, todo en ella es peculiar y fascinante a la vez que natural.
No solo es una fantástica actriz de teatro, también ha trabajado en las películas Un héroe muy discreto, Amélie, Intocable, La crisis, y más. Me gusta esa autenticidad absoluta que desprende. Es así en persona. Cuando dice: "mis labios están sellados", o cualquier otra frase trillada, le da nueva vida a las palabras.
Convierte una secuencia poco creíble, como aquella en la que le explica al bebé lo que su madre biológica no quería decirle, en un momento muy emotivo. Sin embargo, en el papel, seguro que te dijiste "esto puede ser un éxito o un fracaso total...
” Bueno, sí. Me preocupaba que la gente pensara que era una tontería absurda. Pero todo estaba preparado para que pareciera plausible. El bebé se libera de su inercia y entra a formar parte de
nuestro mundo cuando los espacios en blanco que hay en su historia se completan con las palabras sinceras pronunciadas por Clothilde, que lo "autoriza" a comprometerse con el proceso de adopción.
Los encuentros entre Élodie y su trabajadora social se han rodado como enfrentamientos directos pero educados.
Hablar es pensar y dar nacimiento a una acción. Eso es mayéutica. En buenas manos (Pupille) es una película sobre el lenguaje, el coraje de la expresión y su necesidad. Por esa razón el camino de la adopción resulta tan difícil para algunas personas, porque se les pide que se expliquen sin cesar, que muestren quiénes son, que articulen los orígenes de sus deseos más profundos y oscuros, su existencia, que la verbalicen.
¿ Por qué razón la película se desarrolla en el campo ?
Hay una ley nacional que rige los protocolos de adopción, pero se permite a cada departamento hacer pequeñas modificaciones en los protocolos. Para escribir el guión, investigué en Finisterre. Estoy bastante familiarizada con la forma en que se hacen las cosas allí. Bretaña forma parte de mi historia, es una tierra de mar y de madres.
Tu película es optimista: la gente trabaja duro, las discusiones son fructíferas, siempre se encuentran soluciones, el amor imposible puede convertirse en camaradería profesional, el enfoque colectivo funciona. ¿ Eres optimista por naturaleza ? ¿ En buenas manos (Pupille) quiere ser optimista en un momento en el que aumentan las sospechas, la desconfianza y el desencanto ?
Descubrí que todos esos protocolos en torno a la adopción son fantásticos, dotados de un impresionante sentido de civilización y de forma de pensar. Me gusta la época en la que vivo, pero en el aire flota una sensación de histeria. Me tranquilizan los lugares donde la gente piensa y confía en lo colectivo. Veo que mi película arroja una luz favorable sobre el nacimiento anónimo. Las mujeres que abandonan a su bebé lo harían de todas formas ellas mismas y de mala manera. El sistema da muestras de un grado notable de civilización. Aunque reconozco el sufrimiento de las custodias del Estado que tienen que construir su identidad en un vacío, falta algo. Pero por encima de todo, es una película sobre el triunfo de lo colectivo. Es un catalizador, el placer de hacer cosas juntos, una película o una reunión que concluirá con la búsqueda de una familia para un niño.
Por último, unas palabras sobre tu madre, Miou-Miou, que interpreta a una coordinadora.
¿ De dónde viene el título de Pupille ? ( Pupilo en francés )
Me gusta el juego de significados de esta palabra: un pupilo del Estado y la pupila del ojo. También presté mucha atención al papel de mi visión durante todo el rodaje de la película. Me pregunté sobre mi punto de vista en cada secuencia y cómo ver a cada personaje, desde qué perspectiva. Y la dirección en la que miraba cada personaje.
¿ No dudaste en la elección de Sandrine Kiberlain ?
Quería volver a trabajar con ella después de nuestra última película. Es una gran inspiración para mí. Hay una convergencia entre las palabras que escribo y la forma en que ella las interpreta. Pero es difícil trabajar con una actriz a la que se le ofrece todo tipo de papeles.
¿ Es tu doble ?
Sí, es una versión mejorada de mí misma, un doble perfecto. Es lo que siento. Me gusta ver a Sandrine en papeles como este, interpretando a una mujer que lleva a todos sobre sus hombros. Sólida, concienzuda, meticulosa, poco convencional, divertida. Gilles apoya al bebé y Sandrine apoya a Gilles. Y luego está su deseo, que no es correspondido.
En la película, ¿ dirías que Élodie Bouchez, la candidata a la adopción, pasa de la vulnerabilidad a una seguridad inquebrantable durante un período de ocho años ?
Al principio, se acomoda a su relación, piensa como una pareja, pero poco a poco se muestra más independiente. La vida la ha desgastado, ha sufrido, pero se ha recuperado a lo largo de estos diez años. Está decidida a seguir adelante. Elegí a Élodie porque encarnaba a la perfección a una mujer inteligente y deslumbrante, un soldadito discreto, fuerte sin ser una caricatura, un bulldozer.
En la película, tiene un trabajo muy especial. Se dedica a la audio descripción para ciegos en un teatro. ¿ Filmar a los personajes haciendo su trabajo ayuda a comprenderlos ?
Me gustan las profesiones de la gente. Me gusta ver a las personas en el trabajo, en la vida real y en las películas. En buenas manos (Pupille) empieza enseñándonos a los trabajadores, después a los hombres y mujeres ejerciendo su profesión según su puesto en una organización. En el caso de Alice, la vi como a una persona subordinada, la mujer de la que nos hacemos cargo, pero quería que también fuera la jefa, y que no fuera única que recibiera ayuda. Me topé con esta profesión poco habitual mientras ensayaba para una obra de teatro; un hombre vestido de negro se deslizó en la habitación y me enseñó en qué consiste su trabajo. He conocido a muchos descriptores de audio; forman parte del espectáculo pero en los márgenes. Es un trabajo bonito y desinteresado. Alice describe El oso de Chéjov, mi dramaturgo favorito. En esta obra hay un tiro fallido muy cómico.
¿ Por qué dar un papel protagonista a Jean, un hombre afectuoso que encarna Giles Lellouche ?
El mundo de la adopción es muy femenino, así que elegí a un niño y a un cuidador de acogida. Conocí a un hombre durante mi investigación, ya que esta profesión está cada vez más masculinizada. Pero estaba pensando en términos cinematográficos, no de género. Observar los gestos que implica el cuidado de un bebé realizados por un hombre es una perspectiva nueva. Fue muy estimulante y además había que filmarlo de otra manera. Un hombre, con la dosis justa de virilidad, que ha encarnado una masculinidad sin ambages en la pantalla garantizaba el efecto sorpresa para mí y para los espectadores, y es una imagen muy potente.
¿ Y seguro que también para Lellouche ?
Gilles tiene una gran conciencia de su cuerpo, es denso, sensual. Un bebé es una cosa física, y funcionó entre los dos. Y no es un trabajador social, es un cuidador de acogida elegido por la gente de servicios sociales. Él representa al hombre común, y me divertí mucho filmándolo como un amo de casa; la personificación de la masculinidad sólida, responsable, fiable, divertida, en una pareja donde los roles están invertidos: la mujer trabaja fuera de casa, gana dinero y lo alienta a seguir trabajando, a pesar de sus estados de ánimo.
Clotilde Mollet, que encarna a la asesora, aporta una extravagancia que contrasta con el realismo de la película. Su manera de hablar, su aspecto algo anticuado, todo en ella es peculiar y fascinante a la vez que natural.
No solo es una fantástica actriz de teatro, también ha trabajado en las películas Un héroe muy discreto, Amélie, Intocable, La crisis, y más. Me gusta esa autenticidad absoluta que desprende. Es así en persona. Cuando dice: "mis labios están sellados", o cualquier otra frase trillada, le da nueva vida a las palabras.
Convierte una secuencia poco creíble, como aquella en la que le explica al bebé lo que su madre biológica no quería decirle, en un momento muy emotivo. Sin embargo, en el papel, seguro que te dijiste "esto puede ser un éxito o un fracaso total...
” Bueno, sí. Me preocupaba que la gente pensara que era una tontería absurda. Pero todo estaba preparado para que pareciera plausible. El bebé se libera de su inercia y entra a formar parte de
nuestro mundo cuando los espacios en blanco que hay en su historia se completan con las palabras sinceras pronunciadas por Clothilde, que lo "autoriza" a comprometerse con el proceso de adopción.
Los encuentros entre Élodie y su trabajadora social se han rodado como enfrentamientos directos pero educados.
Hablar es pensar y dar nacimiento a una acción. Eso es mayéutica. En buenas manos (Pupille) es una película sobre el lenguaje, el coraje de la expresión y su necesidad. Por esa razón el camino de la adopción resulta tan difícil para algunas personas, porque se les pide que se expliquen sin cesar, que muestren quiénes son, que articulen los orígenes de sus deseos más profundos y oscuros, su existencia, que la verbalicen.
¿ Por qué razón la película se desarrolla en el campo ?
Hay una ley nacional que rige los protocolos de adopción, pero se permite a cada departamento hacer pequeñas modificaciones en los protocolos. Para escribir el guión, investigué en Finisterre. Estoy bastante familiarizada con la forma en que se hacen las cosas allí. Bretaña forma parte de mi historia, es una tierra de mar y de madres.
Tu película es optimista: la gente trabaja duro, las discusiones son fructíferas, siempre se encuentran soluciones, el amor imposible puede convertirse en camaradería profesional, el enfoque colectivo funciona. ¿ Eres optimista por naturaleza ? ¿ En buenas manos (Pupille) quiere ser optimista en un momento en el que aumentan las sospechas, la desconfianza y el desencanto ?
Descubrí que todos esos protocolos en torno a la adopción son fantásticos, dotados de un impresionante sentido de civilización y de forma de pensar. Me gusta la época en la que vivo, pero en el aire flota una sensación de histeria. Me tranquilizan los lugares donde la gente piensa y confía en lo colectivo. Veo que mi película arroja una luz favorable sobre el nacimiento anónimo. Las mujeres que abandonan a su bebé lo harían de todas formas ellas mismas y de mala manera. El sistema da muestras de un grado notable de civilización. Aunque reconozco el sufrimiento de las custodias del Estado que tienen que construir su identidad en un vacío, falta algo. Pero por encima de todo, es una película sobre el triunfo de lo colectivo. Es un catalizador, el placer de hacer cosas juntos, una película o una reunión que concluirá con la búsqueda de una familia para un niño.
Por último, unas palabras sobre tu madre, Miou-Miou, que interpreta a una coordinadora.