MARSELLA, UN TUNEL SIN SALIDA
DIRECCIÓN: Robert Guédiguian
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 3 de Diciembre de 1953, Marsella (Francia)
INTÉRPRETES: Gérard Meylan, Robinson Stévenin, Anaïs Demoustier, Jean-Pierre Darroussin, Lola Naymark, Grégoire Leprince-Ringuet, Angelica Sarre, Ariane Ascaride, Pauline Caupenne, Yann Tregouët, Mathilde Ulmer, Dioucounda Koma
GUIONISTAS: Robert Guédiguian, Serge Valletti
FOTOGRAFÍA: Pierre Milon
MÚSICA: Michel Petrossian
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Agat Films & Cie, France 3 Cinéma, BiBi Film, Canal+, France Télévisions, Ciné+, La Banque Postale Image 12, Cinéventure 4, Cinémage 13
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Golem Distribución
DURACIÓN: 107 minutos
PREMIOS: 1 Premio en el Festival de Venecia de 2019
SINOPSIS:
Daniel sale de la cárcel después de largos años de encierro y regresa a Marsella. Sylvie, su expareja, le ha avisado de que es abuelo: Mathilda, la hija de ambos, acaba de dar a luz a la pequeña Gloria. Daniel quiere conocer a su nieta y descubre a una familia reconstruida que lucha con todas sus fuerzas para mantenerse en pie. Cuando el azar hace volar por los aires el frágil equilibrio, Daniel, que no tiene nada que perder, lo intentará todo para ayudarles.
(Fuente de la sinopsis: Golem Distribución)
(Fuente del cartel: Image.net-Golem Distribución)
(Fuentes de las imágenes: Image.net-Golem Distribución, IMDb)
(Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, IMDb, Golem Distribución)
(Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, IMDb, Golem Distribución)
CRÍTICA:
Si decimos que Robert Guédiguian es junto a Ken Loach y Costa-Gavras, uno de los defensores del cine social europeo no estamos diciendo ninguna barbaridad. Es el pan de cada día en casi toda su filmografía. Tiene ya nada más y nada menos que 21 películas a sus espaldas. Ahora nos presenta su último trabajo “Gloria Mundi”, un drama intergeneracional protagonizado por una familia que lucha por la subsistencia y la dignidad. La película fue presentada en el Festival de Cine de Venecia, donde obtuvo el premio a la mejor interpretación femenina. Aquí en nuestro país se ha podido ver antes de su estreno en el Festival de Cine de Sevilla dentro de la Sección Oficial.
La película arranca con el nacimiento de una hermosa niña. Todo parece felicidad entre la familia, por un día se sienten radiantes y dejan a un lado todos sus problemas, pero una vez que transcurre esa escena inicial, el director nos lleva a la cruda realidad y nos hace una radiografía de los tiempo que corren. Muestra a los jóvenes sin ningún tipo de esperanza y nos lanza un claro mensaje, van a vivir mucho peor que sus padres.
Guédiguian muestra de una forma muy realista un núcleo familiar donde el sacrificio de unos padres, (la madre trabajando como limpiadora y el padre como conductor de un autobús), se ve acuciado por la situación de precariedad que vive una de sus hijas. La película toca muchos temas, todos ellos ligados a la situación económica actual. Nos muestra temas muy actuales y que ha utilizado en muchas de sus películas como las huelgas de los trabajadores, los campos de refugiados y las reacciones racistas de una parte de la población generadas por el uso del velo musulmán.
El director vuelve a contar con un elenco de actores muy conocidos para él. No podía faltar su musa, Ariane Ascaride, la cual nos regala un papel muy duro de madre coraje. Luego ha vuelto a contar con dos actores que siempre los lleva en la cabeza cuando escribe sus guiones, Jean-Pierre Darroussin y Gérard Meylan le dan a la cinta el equilibrio que necesita. Los tres están acompañados por un grupo de actores más jóvenes pero con unas interpretaciones muy bien llevadas.
La película funciona bastante bien en algunos tramos, pero en otros le falta algo de mala leche, el director mantiene las virtudes y la esencia que le ha dado tantas alegrías. Eso si no se le puede recriminar en ningún momento que no defienda a la clase trabajadora. Si algo tiene este director es que nadie le va a cambiar su forma de pensar. Y esos ideales hacen que algunas de sus películas no tengan la suficiente fuerza ni el rigor de consagrarse como un gran éxito. La forma de dirigir y como retrata la sociedad actual me parecen muy buenas. Para mí sin ser una obra maestra, es una película que me ha gustado y que se puede recomendar.
Puntuación: 6.5/10
La película arranca con el nacimiento de una hermosa niña. Todo parece felicidad entre la familia, por un día se sienten radiantes y dejan a un lado todos sus problemas, pero una vez que transcurre esa escena inicial, el director nos lleva a la cruda realidad y nos hace una radiografía de los tiempo que corren. Muestra a los jóvenes sin ningún tipo de esperanza y nos lanza un claro mensaje, van a vivir mucho peor que sus padres.
Guédiguian muestra de una forma muy realista un núcleo familiar donde el sacrificio de unos padres, (la madre trabajando como limpiadora y el padre como conductor de un autobús), se ve acuciado por la situación de precariedad que vive una de sus hijas. La película toca muchos temas, todos ellos ligados a la situación económica actual. Nos muestra temas muy actuales y que ha utilizado en muchas de sus películas como las huelgas de los trabajadores, los campos de refugiados y las reacciones racistas de una parte de la población generadas por el uso del velo musulmán.
El director vuelve a contar con un elenco de actores muy conocidos para él. No podía faltar su musa, Ariane Ascaride, la cual nos regala un papel muy duro de madre coraje. Luego ha vuelto a contar con dos actores que siempre los lleva en la cabeza cuando escribe sus guiones, Jean-Pierre Darroussin y Gérard Meylan le dan a la cinta el equilibrio que necesita. Los tres están acompañados por un grupo de actores más jóvenes pero con unas interpretaciones muy bien llevadas.
La película funciona bastante bien en algunos tramos, pero en otros le falta algo de mala leche, el director mantiene las virtudes y la esencia que le ha dado tantas alegrías. Eso si no se le puede recriminar en ningún momento que no defienda a la clase trabajadora. Si algo tiene este director es que nadie le va a cambiar su forma de pensar. Y esos ideales hacen que algunas de sus películas no tengan la suficiente fuerza ni el rigor de consagrarse como un gran éxito. La forma de dirigir y como retrata la sociedad actual me parecen muy buenas. Para mí sin ser una obra maestra, es una película que me ha gustado y que se puede recomendar.
Puntuación: 6.5/10
LO PEOR: Le falta fuerza en muchos tramos.
(Crítica escrita por Christopher Laso)
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
Pedro de Frutos en El Ónfalos
Pedro de Frutos en Coveralia
Ricardo Pablo López en Destino Arrakis
PODCAST:
DÍAS DE CINE:
NOTA DEL DIRECTOR:
“Se alcanza el apogeo de la dominación cuando los esclavos apoyan y hacen suyo el discurso del amo”. Agripa Menenio.
Parafraseando a Marx, allá donde reina el capitalismo, este ha pisoteado las relaciones fraternales, sociales y solidarias para que solo subsista entre los seres humanos el interés y el dinero contante y sonante. Hundió todos nuestros sueños en las aguas heladas del cálculo egoísta. Y es lo que esta película sombría quiere comunicar mediante la historia de una familia reconstituida tan frágil como un castillo de naipes.
Siempre he creído que el cine debe emocionarnos a través del ejemplo para enseñarnos el mundo tal como podría ser, y a través de la observación para mostrarnos el mundo tal como es. En otras palabras, necesitamos comedias y tragedias a partes iguales para seguir poniendo en entredicho nuestra manera de vivir, y más aún en estos tiempos trastornados para seguir poniéndonos en entredicho y no sucumbir ante la ilusión de que nuestras sociedades son algo natural y que todo depende de la fatalidad.
Hizo falta un siglo de luchas obreras para que entrara en la mente del ser humano la necesidad de compartir, pero esta comprensión se ha hecho pedazos en unos pocos años para volver a dejar sitio a la peor de las calamidades: la voluntad de cada uno de poseer lo que tiene el otro.
(Fuente del texto: Image.net-Pressbook-Golem Distribución)