RECORRIENDO PALMA DE MALLORCA
DIRECCIÓN: Toni Bestard
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 6 de Noviembre de 1973, Buñola (España)
INTÉRPRETES: Keba Diedhou, Alba Bonnin, Monika Kowalska, Armando Buika, Carolina Parejo, Lara Martorell, Manuel de Teba, Rafel Ramis
GUIONISTAS: Toni Bestard, Arturo Ruiz
FOTOGRAFÍA: Edu Biurrun
MÚSICA: Tolo Prats
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Singular Audiovisual, Toni Bestard P.C.
DISTRIBUIDORAS EN ESPAÑA: Suria Comunicación, Filmin
DURACIÓN: 70 minutos
SINOPSIS:
En Palma (Mallorca) se ubican los apartamentos Pullman, antaño hotel de lujo que con los años se ha ido transformando en un edificio-colmena donde ahora residen muchas familias de inmigrantes. Dos niños, Daren y Nadia, viven en los apartamentos Pullman. Son vecinos pero no se hablan, ya que ambos son de culturas muy diferentes (Daren es miembro de una familia de inmigrantes africanos, y Nadia de una familia de Europa del Este). Pero en el primer día de vacaciones de verano sus caminos se cruzarán, y ambos vivirán una aventura de iniciación a través de la trastienda del paraíso.
(Fuente de la sinopsis, el cartel y las imágenes: Suria Comunicación)
(Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, Filmin, Suria Comunicación, IMDb)
CRÍTICA:
El segundo largometraje de ficción dirigido por el cineasta español Toni Bestard, es una historia de amistad y superación de dos niños que viven en Palma de Mallorca, en los apartamentos Pullman, construidos a principios de la década de los 70 del siglo XX en la Cala Major, lo que son unas viviendas colmena en donde viven muchas personas en pocos metros cuadrados. El proyecto tiene como origen uno de los primeros proyectos de Bestard, el cortometraje "El viaje (2002)", que retrata un momento de la vida de dos niños del extrarradio madrileño. En esta ocasión el director acude a lo que más conoce, a su tierra de la isla de Mallorca, en la que ya ha rodado en otras ocasiones, en concreto en las localidades de Palma, Calviá, Alcudia y Bunyola.
El proyecto se inicia con un recorrido con la cámara en movimiento por las calles de Palma de Mallorca, en donde vemos el contraste entre los barrios más ricos y los más pobres, los más residenciales y la zona comercial y de ocio, para posteriormente introducirse en un edificio de esos apartamentos que dan título al proyecto, y lo hace centrándose en dos familias vecinas, la de Nadia, su hermana mayor Ivana y su madre, y la de Daren que vive junto a sus padres y hermana pequeña.
CRÍTICA:
El segundo largometraje de ficción dirigido por el cineasta español Toni Bestard, es una historia de amistad y superación de dos niños que viven en Palma de Mallorca, en los apartamentos Pullman, construidos a principios de la década de los 70 del siglo XX en la Cala Major, lo que son unas viviendas colmena en donde viven muchas personas en pocos metros cuadrados. El proyecto tiene como origen uno de los primeros proyectos de Bestard, el cortometraje "El viaje (2002)", que retrata un momento de la vida de dos niños del extrarradio madrileño. En esta ocasión el director acude a lo que más conoce, a su tierra de la isla de Mallorca, en la que ya ha rodado en otras ocasiones, en concreto en las localidades de Palma, Calviá, Alcudia y Bunyola.
El proyecto se inicia con un recorrido con la cámara en movimiento por las calles de Palma de Mallorca, en donde vemos el contraste entre los barrios más ricos y los más pobres, los más residenciales y la zona comercial y de ocio, para posteriormente introducirse en un edificio de esos apartamentos que dan título al proyecto, y lo hace centrándose en dos familias vecinas, la de Nadia, su hermana mayor Ivana y su madre, y la de Daren que vive junto a sus padres y hermana pequeña.
La niña está viendo en la televisión la noticia de la llegada de los reyes de España al Palacio de Marivent, y posteriormente nos enteramos que su madre trabaja, normalmente por la noche, en el servicio de ese lugar de lujo, en donde se aloja la familia real durante sus vacaciones estivales. Con ese detalle el director quiere incidir en las diferencias de clases sociales, y en el contraste entre unas zonas y otras dentro de la misma localidad, que es uno de los elementos que están presentes en el proyecto, sin necesidad de resaltarlo de manera explícita.
En las siguientes escenas se van intercalando las escenas en el interior de las casas de las familias de Nadia y Daren, para conocer las inquietudes de esos dos menores que se encuentran en periodo de vacaciones de verano, y detallarnos con dos o tres pinceladas lo que hace la madre de la niña y su hermana adolescente, y por otro lado los padres del niño en periodo de Ramadán.
A partir de aquí, y durante los dos tercios finales, la película se transforma en un recorrido de los dos menores por las calles de Palma, por sus centros comerciales y de ocio, y lo hace con una gran naturalidad para colocando la cámara al lado de esos dos personajes dejarles actuar con libertad, lo que funciona bastante bien, dejando un retrato de lo que son las inquietudes de unos niños que quieren pasarlo bien en verano, y de una amistad de dos vecinos que hasta ese momento casi ni se conocían. En muchos momentos me recordó a "The Florida Project (2017)", la película indie norteamericana dirigida por Sean Baker, por los contrastes entre la pobreza y la riqueza y porque en ambas los protagonistas son unos niños/niñas con espíritu aventurero.
La película funciona bastante bien, y cuenta con una buena dirección por parte del director mallorquín que sabe sacar partido a lo limitado del presupuesto, para seguir a los personajes de manera natural sin necesidad de enfoques extraños e innecesarios. También me gusta el montaje del propio Bestard, y como se refleja el contraste de clases sociales.
Una película filmada con mucha sensibilidad y sencillez y que gustará a los que viven en Palma de Mallorca, porque disfrutarán viendo lugares que ya conocen, y a los que les gustan las historias sencillas, de corta duración y con los más pequeños como protagonistas.
Una película filmada con mucha sensibilidad y sencillez y que gustará a los que viven en Palma de Mallorca, porque disfrutarán viendo lugares que ya conocen, y a los que les gustan las historias sencillas, de corta duración y con los más pequeños como protagonistas.
LO MEJOR: La dirección y el montaje. La naturalidad con la que se mueven los personajes.
LO PEOR: Me hubiera gustado conocer algo más de las familias de los protagonistas.
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario
Jorge R. Tadeo en MacGuffin007
PODCAST:
DÍAS DE CINE:
NOTA DEL DIRECTOR:
Los apartamentos Pullman existen en realidad. Están situados en una antigua zona turística de Palma (paradójicamente a escasos 600 metros del Palacio de Marivent, residencia veraniega de los Reyes de España). Durante muchos años la imagen de los Pullman se ha ido deteriorando y siempre se ha relacionado con un lugar conflictivo. Pero lo cierto es que allí residen muchas familias trabajadoras que viven del turismo. Familias cuyos trabajos ahora peligran a causa de la crisis económica que nos acecha, especialmente en el sector turístico. Sin obviar la realidad, “Pullman” narra la aventura de dos niños al escaparse de casa en su primer día de verano. Un día que difícilmente olvidarán y en el que, a través de su mirada inocente, nos adentraremos en la trastienda del paraíso, en un viaje de iniciación hacia un futuro incierto.
(Fuente del texto: Pressbook-Suria Comunicación)
ENTREVISTA AL DIRECTOR:
Has rodado dos largometrajes de ficción que retratan espacios, en principio, cotidianos en los que a través del viaje que hacen los personajes, descubres sorpresas y secretos, en la línea de tu largometraje documental, ¿se puede decir que ese es el denominador común en tu filmografía? Es difícil a veces saber porque te fijas en unas historias o en otras. Es posible que exista un nexo común en algunas de las películas que he hecho, incluidos los cortometrajes. El haberte criado en una isla hace que tengas el concepto de aislamiento muy interiorizado, y posiblemente siempre le he dado vueltas al concepto de viaje, pero como modo de escape y, a la vez, descubrimiento. Mi primera película trataba sobre un viajero y en esta los niños se convierten también en improvisados viajeros, ansiosos de descubrir un nuevo mundo que está tan cerca de ellos, pero a la vez tan lejos.
La historia de ‘Pullman’ nace de un cortometraje, ‘El viaje’ rodado en el extrarradio de Madrid, ¿Qué te lleva a rodar el largometraje en tu tierra natal, Mallorca? ¿Crees que ambas historias son universales y que, aunque retratan un realidad concreta con iconos muy reconocibles, pueden entenderse en diferentes países por el tipo de universo de escasez y penuria que reflejan? Cuando hice el cortometraje, allá en el año 2002, vivía en Madrid, y por lo tanto intenté reflejar una realidad de aquella época. Muchos de los que empezábamos en ese momento, estábamos influenciados por las películas de nuevos realizadores, como “El bola” o “Barrio”. Pero “Pullman” pertenece a otra época y a otro lugar. También son dos niños, pero muy diferentes a aquellos que protagonizaron el cortometraje. Y los quería contextualizar en un ambiente próximo y reconocible, cómo es el caso de la Mallorca turística y de aquellas familias de inmigrantes que llegaron aquí en busca de un futuro. Un futuro que, por otro lado, no ha sido tan maravilloso como se lo pintaron cuando decidieron emigrar a nuestro país. Y evidentemente la historia es universal, porque esto mismo ocurre en muchos lugares de nuestro mundo occidental.
El salto a la madurez de los dos protagonistas en 24 horas les lleva a conocer la trastienda del paraíso en una localidad en la que, a corta distancia convive el lujo con la marginalidad, pero sin embargo, su dignidad se mantiene intacta. ¿Crees que los niños y los jóvenes que se sientan identificados con sus protagonistas se sentirán motivados para crecer a pesar de las circunstancias? Desde luego que sí, porque el mensaje final de la película es optimista. Y los niños tienen una capacidad de adaptación a cualquier situación. Como bien dices, su dignidad se mantiene intacta. Además, sus familias, a pesar de los trabajos precarios, hacen todo lo posible para criar a sus hijos dentro de la normalidad y proporcionarles una educación basada en el esfuerzo y el respeto.
Aunque vivan en la trastienda, los niños siempre acaban encontrando su propio paraíso. Los productores de la película habéis decidido lanzarla en un momento en que las familias están demostrando grandes dosis de creatividad y, al mismo tiempo, un claro interés la cultura como un aliciente frente a la gravedad de lo que están viviendo. ¿Consideráis que la película puede abrir la mente a esas generaciones sobre el posible cambio positivo que se pueda generar en la sociedad propiciado por el cataclismo de la crisis sanitaria? Debemos pensar que de todo lo que está sucediendo tenemos que sacar algo positivo. Si no, estaremos acabados como sociedad.
La situación actual es terrible, y mucha gente consigue desconectar, aunque sea un rato durante el día, a través de la cultura. Por eso decidimos que debíamos ofrecer nuestra pequeña película en este crucial momento de nuestras vidas. Además, teniendo en cuenta que el mensaje final de la película es esperanzador, quizás pueda ayudar a más de uno a afrontar mejor estos días tan complicados. Las RRSS estos días se han convertido en el altavoz de los ciudadanos confinados, ¿crees que la película por su temática puede generar un debate productivo justo cuando los niños y los jóvenes están demostrando activamente optimismo y resilencia contra obstáculos impensables que están sorteando con audacia?
Quizás llevados por la inconsciencia de su corta edad o por su afán de aventura, los niños de “Pullman” viven situaciones que nunca hubieran imaginado, y las sobrellevan con entereza y optimismo. Al igual que ellos, los jóvenes de hoy en día también están demostrando esta entereza frente a la adversidad, al igual que un alto grado de solidaridad. Si “Pullman” activa un debate productivo y constructivo sobre cuál es el papel de nuestra juventud, bienvenido sea.
(Fuente del texto de la entrevista: Pressbook-Suria Comunicación)
TRAILER:
(Fuente del texto: Pressbook-Suria Comunicación)
ENTREVISTA AL DIRECTOR:
Has rodado dos largometrajes de ficción que retratan espacios, en principio, cotidianos en los que a través del viaje que hacen los personajes, descubres sorpresas y secretos, en la línea de tu largometraje documental, ¿se puede decir que ese es el denominador común en tu filmografía? Es difícil a veces saber porque te fijas en unas historias o en otras. Es posible que exista un nexo común en algunas de las películas que he hecho, incluidos los cortometrajes. El haberte criado en una isla hace que tengas el concepto de aislamiento muy interiorizado, y posiblemente siempre le he dado vueltas al concepto de viaje, pero como modo de escape y, a la vez, descubrimiento. Mi primera película trataba sobre un viajero y en esta los niños se convierten también en improvisados viajeros, ansiosos de descubrir un nuevo mundo que está tan cerca de ellos, pero a la vez tan lejos.
La historia de ‘Pullman’ nace de un cortometraje, ‘El viaje’ rodado en el extrarradio de Madrid, ¿Qué te lleva a rodar el largometraje en tu tierra natal, Mallorca? ¿Crees que ambas historias son universales y que, aunque retratan un realidad concreta con iconos muy reconocibles, pueden entenderse en diferentes países por el tipo de universo de escasez y penuria que reflejan? Cuando hice el cortometraje, allá en el año 2002, vivía en Madrid, y por lo tanto intenté reflejar una realidad de aquella época. Muchos de los que empezábamos en ese momento, estábamos influenciados por las películas de nuevos realizadores, como “El bola” o “Barrio”. Pero “Pullman” pertenece a otra época y a otro lugar. También son dos niños, pero muy diferentes a aquellos que protagonizaron el cortometraje. Y los quería contextualizar en un ambiente próximo y reconocible, cómo es el caso de la Mallorca turística y de aquellas familias de inmigrantes que llegaron aquí en busca de un futuro. Un futuro que, por otro lado, no ha sido tan maravilloso como se lo pintaron cuando decidieron emigrar a nuestro país. Y evidentemente la historia es universal, porque esto mismo ocurre en muchos lugares de nuestro mundo occidental.
El salto a la madurez de los dos protagonistas en 24 horas les lleva a conocer la trastienda del paraíso en una localidad en la que, a corta distancia convive el lujo con la marginalidad, pero sin embargo, su dignidad se mantiene intacta. ¿Crees que los niños y los jóvenes que se sientan identificados con sus protagonistas se sentirán motivados para crecer a pesar de las circunstancias? Desde luego que sí, porque el mensaje final de la película es optimista. Y los niños tienen una capacidad de adaptación a cualquier situación. Como bien dices, su dignidad se mantiene intacta. Además, sus familias, a pesar de los trabajos precarios, hacen todo lo posible para criar a sus hijos dentro de la normalidad y proporcionarles una educación basada en el esfuerzo y el respeto.
Aunque vivan en la trastienda, los niños siempre acaban encontrando su propio paraíso. Los productores de la película habéis decidido lanzarla en un momento en que las familias están demostrando grandes dosis de creatividad y, al mismo tiempo, un claro interés la cultura como un aliciente frente a la gravedad de lo que están viviendo. ¿Consideráis que la película puede abrir la mente a esas generaciones sobre el posible cambio positivo que se pueda generar en la sociedad propiciado por el cataclismo de la crisis sanitaria? Debemos pensar que de todo lo que está sucediendo tenemos que sacar algo positivo. Si no, estaremos acabados como sociedad.
La situación actual es terrible, y mucha gente consigue desconectar, aunque sea un rato durante el día, a través de la cultura. Por eso decidimos que debíamos ofrecer nuestra pequeña película en este crucial momento de nuestras vidas. Además, teniendo en cuenta que el mensaje final de la película es esperanzador, quizás pueda ayudar a más de uno a afrontar mejor estos días tan complicados. Las RRSS estos días se han convertido en el altavoz de los ciudadanos confinados, ¿crees que la película por su temática puede generar un debate productivo justo cuando los niños y los jóvenes están demostrando activamente optimismo y resilencia contra obstáculos impensables que están sorteando con audacia?
Quizás llevados por la inconsciencia de su corta edad o por su afán de aventura, los niños de “Pullman” viven situaciones que nunca hubieran imaginado, y las sobrellevan con entereza y optimismo. Al igual que ellos, los jóvenes de hoy en día también están demostrando esta entereza frente a la adversidad, al igual que un alto grado de solidaridad. Si “Pullman” activa un debate productivo y constructivo sobre cuál es el papel de nuestra juventud, bienvenido sea.
(Fuente del texto de la entrevista: Pressbook-Suria Comunicación)
TRAILER: