EL AMOR AL SÉPTIMO ARTE
TÍTULO ORIGINAL: Nuovo Cinema Paradiso
DIRECCIÓN: Giuseppe Tornatore
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 27 de Mayo de 1956, Bagheria (Italia)
INTÉRPRETES: Philippe Noiret, Jacques Perrin, Salvatore Cascio, Agnese Nano, Brigitte Fossey, Marco Leonardi, Antonella Attiu, Enzo Cannavale, Isa Danieli, Leo Gullotta, Pupella Maggio, Leopoldo Trieste
GUIONISTA: Giuseppe Tornatore
FOTOGRAFÍA: Blasco Giurato
MÚSICA: Ennio Morricone
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Les Films Ariane, Cristaldifilm, TF1 Films Production, RAI 3, Forum Picture
DURACIÓN: 155 minutos
PREMIOS:25 premios, incluyendo uno en los premios Óscar de 1989 y otro en el festival de Cannes de 1988
SINOPSIS:
Salvatore, director de cine de éxito, vuelve a su pueblo natal para asistir al funeral de su viejo amigo Alfredo, quien fue el proyeccionista del cine local durante su infancia en Sicilia. Pronto los recuerdos de su primer amor con la bella Elena y de todos los capítulos que marcaron su feliz infancia vuelven a su mente, conectando a Salvatore con la comunidad que abandonó treinta años atrás.
(Fuente de la sinopsis y el cartel: A Contracorriente Films)
(Fuente de las imágenes: Image.net-A Contracorriente Films)
(Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, A Contracorriente Films, IMDb)
CRÍTICA:
Hace 32 años que un joven director italiano llamado Giuseppe Tornatore lograba el éxito y el reconocimiento internacional con su segundo largometraje, que emocionó a espectadores de todo el mundo de diferentes edades y logró triunfar en los principales escenarios internacionales desde su estreno en el festival de Cannes de 1988 en donde fue premiado con el gran premio del jurado, y que después de su estreno en Estados Unidos un año después, en donde fue muy bien acogida, alcanzó la estatuilla de Hollywood a la mejor película de habla no inglesa en 1990.
La película se inicia con una llamada de una mujer mayor que vive en una pequeña localidad italiana, y que habla con una mujer a la que cuenta que "ha muerto Alfredo", y que quiere que se lo cuente a su hijo Salvatore. Cuando este último recibe la noticia comienza a recordar los momentos que vivió cuando era un niño en Giancaldo junto a Alfredo, el que era operador de sala en el Cinema Paradiso, el cine de esa localidad, que alegraba a sus habitantes en unos años difíciles, por los conflictos bélicos.
La película aborda durante los dos tercios iniciales el pasado del protagonista, que en ese momento es un reputado director de cine que vive en Roma, sin necesidad de una voz en off y de manera cronológica, para mostrar de manera perfecta lo que era la sociedad de la época, y la amistad entre un niño y un adulto que transmiten al espectador gracias a su sinceridad y el amor al séptimo arte.
La propuesta es redonda en muchos aspectos, y salvo un parón en el desarrollo de la historia que pierde interés en ese tramo final de lo que nos cuentan de la vida del protagonista, para volver a coger el pulso cuando se retoma la historia actual de Salvatore en el presente (la década de los 80), una vez que ha tomado la decisión de viajar a su localidad natal para asistir al entierro de su amigo Alfredo.
Una película emotiva, que es un homenaje al cine clásico y a las salas de cine de la época anterior a la invención de la televisión, y que eran el principal entretenimiento de muchas personas de clase media o baja, y que funciona muy bien gracias al guion y los diálogos tan interesantes, y a otros aspectos tan importantes como algunas interpretaciones, la recreación de las diferentes épocas y sobre la música original (una de las 10 mejores de la historia del cine, al menos según mi criterio personal).
El actor francés Philippe Noiret, fallecido en 2006, ganador de dos César, dos David de Donatello, un Bafta y un EFA (estos dos últimos por su trabajo en esta película) está magnífico en el papel de Alfredo, ese operador de sala que disfruta con su empleo, y que con su mirada y gestos consigue conmover, en un personaje que será recordado como de los mejores de la historia del cine europeo.
Los otras grandes actuaciones son las de los tres actores que interpretan a Salvatore (Totó) en las diferentes épocas: Salvatore Cascio en la de niño, Marco Leonardi en la de adolescente y el director y actor Jacques Perrin en la de adulto. Los tres están magníficos, y tiene mucho mérito en el caso de los dos primeros teniendo en cuenta su inexperiencia. También lo hace muy bien Antonella Attili, que interpreta a María, la madre de Salvatore, en una actuación dramática intensa y solvente.
La recreación de la época y la dirección artística son de calidad, logrando hacer creíble lo que sucedía en cada una de esas épocas, cuidando al máximo cada uno de los detalles.
Pero si hay algo por lo que será recordada la película es por la música original compuesta por Ennio Morricone, que es una delicia y que transmite mucho y encaja perfectamente en cada una de las etapas de la trama, ya sea en los momentos más alegres o en los más dramáticos. El compositor italiano, ganador del Óscar hace 4 años por su trabajo en "Los odiosos ocho (2015)", estuvo muy inspirado en el momento de crear esta banda sonora tan especial.
Recomiendo a las nuevas generaciones que vayan al cine a ver esta película, y a los que en su momento se emocionaron con esa historia de amistad y de amor al mundo del cine que vuelvan a verla en pantalla grande porque volverán a sentir las mismas sensaciones que vivieron hace más de 30 años.
LO MEJOR: La música. Los diálogos entre Alfredo y Totó. La actuación de Philippe Noiret.
LO PEOR: Hay un ligero parón en la parte central.
TRAILER: