LA REALIDAD DEL CAMPO ISLANDÉS
TÍTULO ORIGINAL: Héraðið
DIRECCIÓN: Grímur Hákonarson
AÑO Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 1977, Islandia
INTÉRPRETES: Arndís Hrönn Egilsdóttir, Sigurdur Sigurjónsson, Sveinn Ólafur Gunnarsson, Hannes Óli Ágústsson, Hinrik Ólafsson, Edda Björg Eyjólfsdóttir
GUIONISTA: Grímur Hákonarson
FOTOGRAFÍA: Mart Taniel
MÚSICA: Valgeir Sigurðsson
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Netop Films, Haut et Court, ONE TWO Films, Profile Pictures
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Karma Films
DURACIÓN: 90 minutos
SINOPSIS:
Inga, una agricultora de mediana edad, se rebela contra la poderosa cooperativa local. Intenta sumar apoyos entre los demás agricultores del lugar para denunciar la corrupción de la cooperativa, pero se encuentra con una sólida resistencia que le obliga a desafiar la relación de dependencia y lealtad que vincula a la comunidad con el monopolio. Inga tendrá que utilizar todos sus recursos y toda su astucia para desembarazarse del control de la cooperativa y conseguir vivir de acuerdo con sus principios.(Fuente de la sinopsis, el cartel y las imágenes: Karma Films)
(Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, Karma Films, IMDb)
CRÍTICA:
El cine islandés no tiene muchos años, pero cada temporada nos va dejando grandes títulos, sobre todo en el circuito de festivales. Es un cine que deja al descubierto su necesidad de transgredir los tópicos, de romper con las ataduras autóctonas y de buscar su propia identidad, sobre todo gracias a su maravilloso paisaje, que en cada película enseñan a todo el mundo. Dentro de los cineastas más destacados del país destaca Grímur Hákonarson.
Hace cinco años nos presento una más que interesante historia, “Rams (El valle de los carneros)”, en ella nos contaba la historia de dos hermanos separados desde hace muchos años, que viven en un remoto valle, pero cuando la situación se pone complicada y tienen que salvar sus rebaños de carneros, no les quedará mas remedio que volverse a juntar. Con esta película consiguió la Espiga de Oro en El festival de cine de Valladolid. Este año volvió al festival, dentro de la sección oficial con su última película “The Country” donde aborda el sistema cooperativo en el medio rural de su país.
La historia se desarrolla en una pequeña comunidad islandesa y pone sobre la mesa el funcionamiento de la cooperativa de la zona y su influencia en la vida diaria de la localidad a través de la figura de una mujer luchadora, Inga, que después de conocer las razones que empujaron a su marido a suicidarse, emprende en solitario una campaña contra la sociedad.
Cuando la protagonista decide empezar una guerra por su cuenta, empiezan a sufrir las represalias y las consecuencias que le acarrea su decisión de denunciar las irregularidades en la gestión de la cooperativa, anclada completamente siempre en el rechazo ante cualquier nueva idea y que limita las posibilidades a los granjeros para ampliar sus ventas y expandir el mercado. Inga también deberá reponerse a la perdida de su marido, los dos estaban muy unidos en el trabajo diario para sacar su ganado adelante.
Sus protestas animan a la movilización de otros granjeros y productores, por lo que juntos deciden crear un nueva cooperativa de ganaderos. La cinta refleja muy bien un estado fuertemente conservador y dominado por hombres. Aborda un tema que no conoce fronteras, como es el funcionamiento de estas cooperativas agrarias en el medio rural, su sistema de gestión, los mecanismos de protección de los productos y la limitaciones que los cooperativistas encuentran para abrir un mercado mejor.
La película se deja ver, es una mezcla entre la comedia dramática y el drama más conservador. Está bien dirigida y sobro todo destaca la interpretación de la actriz protagonista. Se puede considerar a otra heroína de las muchas que hemos visto en la historia del cine. Sobre todo me quedo en como consigue reflejar ese mundo tan cerrado, que lamentablemente todavía sigue existiendo. Para mi gusto va de menos a más. Tampoco esperéis ninguna maravilla, pero es una pequeña película agradable, cuyo visionado no molesta.
Puntuación: 6/10
LO MEJOR: La interpretación de la actriz protagonista, sobre todo su miradaHace cinco años nos presento una más que interesante historia, “Rams (El valle de los carneros)”, en ella nos contaba la historia de dos hermanos separados desde hace muchos años, que viven en un remoto valle, pero cuando la situación se pone complicada y tienen que salvar sus rebaños de carneros, no les quedará mas remedio que volverse a juntar. Con esta película consiguió la Espiga de Oro en El festival de cine de Valladolid. Este año volvió al festival, dentro de la sección oficial con su última película “The Country” donde aborda el sistema cooperativo en el medio rural de su país.
La historia se desarrolla en una pequeña comunidad islandesa y pone sobre la mesa el funcionamiento de la cooperativa de la zona y su influencia en la vida diaria de la localidad a través de la figura de una mujer luchadora, Inga, que después de conocer las razones que empujaron a su marido a suicidarse, emprende en solitario una campaña contra la sociedad.
Cuando la protagonista decide empezar una guerra por su cuenta, empiezan a sufrir las represalias y las consecuencias que le acarrea su decisión de denunciar las irregularidades en la gestión de la cooperativa, anclada completamente siempre en el rechazo ante cualquier nueva idea y que limita las posibilidades a los granjeros para ampliar sus ventas y expandir el mercado. Inga también deberá reponerse a la perdida de su marido, los dos estaban muy unidos en el trabajo diario para sacar su ganado adelante.
Sus protestas animan a la movilización de otros granjeros y productores, por lo que juntos deciden crear un nueva cooperativa de ganaderos. La cinta refleja muy bien un estado fuertemente conservador y dominado por hombres. Aborda un tema que no conoce fronteras, como es el funcionamiento de estas cooperativas agrarias en el medio rural, su sistema de gestión, los mecanismos de protección de los productos y la limitaciones que los cooperativistas encuentran para abrir un mercado mejor.
La película se deja ver, es una mezcla entre la comedia dramática y el drama más conservador. Está bien dirigida y sobro todo destaca la interpretación de la actriz protagonista. Se puede considerar a otra heroína de las muchas que hemos visto en la historia del cine. Sobre todo me quedo en como consigue reflejar ese mundo tan cerrado, que lamentablemente todavía sigue existiendo. Para mi gusto va de menos a más. Tampoco esperéis ninguna maravilla, pero es una pequeña película agradable, cuyo visionado no molesta.
Puntuación: 6/10
LO PEOR: Va de menos a más y a algún espectador se le puede hacer algo pesada.
(Crítica escrita por Christopher Laso)
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
Pedro de Frutos en El Ónfalos
Ricardo Pablo López en Destino Arrakis
ENTREVISTA AL DIRECTOR:
De nuevo, como ya pasó en tu anterior película RAMS (EL VALLE DE LOS CARNEROS) muestras zonas remotas, con vidas que giran en torno a las granjas y sus animales. Pero en esta ocasión, el alcance es mucho mayor.
Si, en mi primera película me centraba en dos hermanos distanciados. Era una historia familiar. Pero ORO BLANCO es más social. Muestra la realidad política de una región muy específica a través del personaje de Inga, una mujer que ha perdido a su marido y que decide luchar contra la corrupción que la explota a ella y a su comunidad. En el noroeste de Islandia está ese lugar llamado Skagafjörður. Ahí es donde encontramos la única cooperativa que sigue existiendo en el país. Formó parte de un movimiento que comenzó en el siglo XIX pero es la única que sobrevive (el resto fueron cerrando en los años 90). Esta cooperativa es dueña de todo, incluso del periódico local. Recuerda un poco a esas sociedades herméticas, como por ejemplo la Unión Soviética, que lo sostienen todo desde su poderosa estructura, como si de un pulpo gigante se tratara. También creo que mi película habla sobre la sociedad islandesa en general. Somos pequeños por lo que tendemos a monopolizar. Hay unos pocos que controlan las cosas y los demás simplemente son explotados.
Inga no se presenta ante nosotros como la típica activista. Esto hace que su decisión de rebelarse nos sorprenda aún más.
Inga es una islandesa normal y corriente. Ella no es la típica que va de un sitio a otro diciendo “soy una rebelde” sino que es una mujer tranquila. La agricultura en Islandia está dominada por los hombres aunque cada vez hay más mujeres que trabajan en la gestión de sus granjas. También hay hombres que aún les cuesta aceptar que sea así. Me interesaba este conflicto pero también me inspiró el debate general del rol de las mujeres en las películas. Por tanto, esta podría ser una segunda capa de la historia: una mujer que encuentra su lugar en una sociedad machista. Al fin y al cabo, los directores de la cooperativa y la mayoría de los oponentes de Inga son hombres.
En la película se repite continuamente que su marido era el que en realidad quería continuar trabajando en la granja. Entonces ¿por qué su lucha?
Esto queda abierto a la interpretación de cada uno pero, realmente, ella quiere de alguna manera cobrarse por lo que le pasó a él. O quizás asegurarse de que no le sucederá a nadie más. Cuando la gente sufre abusos, se pronuncian porque no quieren que otros caigan en lo mismo. Ella está arruinada y se ha quedado sola así que no tiene nada que perder. Si quiere puede abandonar y marcharse sin hacer nada. Conozco muchas parejas como Inga y Reynir que viven en el campo. Se quieren pero se sienten atrapados. Están endeudados, trabajan 24 horas al día, 7 días a la semana, y no han cogido vacaciones desde hace años. Ésta es una realidad muy común en Islandia. Inga está aún viviendo allí porque claramente ama a su marido. Si no fuera así, haría tiempo que se habría marchado. Pero cuando le pierde, tiene la oportunidad de reconsiderar la situación.
¿Cómo querías mostrar la cooperativa? Fácilmente se nos puede presentar como una organización tenebrosa sacada de una novela de John Grisham.
No quería convertirlos en los típicos “malos”. En cada historia siempre hay dos versiones y creo que ORO BLANCO lo muestra bastante bien, incluso aunque naturalmente simpaticemos más con Inga. Quizás es solo por el tipo de cineasta que soy. Los malos siempre tienen alguna justificación y siempre pelean por alguna causa. Quise mostrar que son humanos así que les dí permiso para hablar. Si esta película se hubiese rodado en otro país, puedo fácilmente imaginar que estos tipos estarían rodeados de pistolas y guardaespaldas. Pero en Islandia no tenemos armas así que amenazamos a la gente mediante mensajes de texto. No quería traicionar nuestra realidad y desviarme demasiado hacia una historia de mafiosos. Aunque, pensándolo bien, conducen jeeps negros, sus oficinas son muy oscuras y normalmente hace mal tiempo cuando ellos aparecen en pantalla (risas).
Se ve algo de luz entre todas esas sombras pero aparecen relativamente tarde en la historia...
Solíamos decir que la película iba siguiendo el alma de Inga y recorría su vida interior hasta llegar a la última etapa. Todo empieza en invierno y ella claramente no es feliz (tienen deudas, luego viene el accidente...). Por ello, la película, efectivamente, comienza en la oscuridad y poco a poco se va haciendo más luminosa. Esto sucede porque ella también se va haciendo más fuerte con el paso del tiempo. Pero en general el estilo visual es similar al de RAMS (EL VALLE DE LOS CARNEROS), con tomas largas y planos abiertos y estáticos.
Nos gusta oir a esta persona decir: “estoy realmente loca y no voy a consentir esto nunca más”. Su comportamiento me recuerda a Frances McDormand en “Tres anuncios en la afueras”.
Hay algo cómico en la repentina forma en que su rebelión afecta al trabajo ordinario de la granja. Como te dije, no tenemos pistolas en Islandia así que a veces necesitamos utilizar otras armas. Yo también vengo del campo y estoy acostumbrado a trabajar en una granja. Conozco todo este mundo muy bien y cuando era joven solía conducir ese tipo de vehículos, así que creo que todo esto viene de esa experiencia. Inga se vuelve un poco como el personaje de McDormand, es cierto, pero no es así desde el principio. Teniendo en cuenta su origen, tiene sentido que le lleve tiempo convencer a otras personas de que se pongan de su lado. Se les ha anulado durante mucho tiempo y todos le tienen miedo a la cooperativa. Dependen de ella en muchos sentidos. Inga empieza su lucha por Facebook, muy importante en Islandia (diría que el 90 por ciento de la población utiliza esta red social, especialmente en el campo donde la gente vive muy aislada). Pero Inga es consciente de que para que se produzca un verdadero cambio necesita ir más allá y enfrentarse a la gente físicamente. Además, sería una película muy aburrida si la acción simplemente se desarrollara a través de posts de Facebook.
El estilo de vida que muestras, al igual que lo hacías en RAMS (EL VALLE DE LOS CARNEROS) es muy concreto ¿te interesa reflejar la soledad en la pantalla?
Quizás así es mi experiencia con el campo islandés. Vives solo o con otra persona y la gente de tu alrededor están continuamente marchándose. Se mudan a la ciudad y esto genera aún más soledad. Me interesa mostrar los cambios en la Islandia rural. Cuando era joven lo experimentaba de otra forma ya que entonces, en el campo, había más gente y más vida social. En definitiva, más cosas que hacer. Ahora ha cambiado mucho. Cuando oyes hablar en la película a Eyjólfur, el director de la cooperativa, habla de convertir el condado en el que viven en una zona de residencias de verano para turistas. Se refiere a este desarrollo atacando a las granjas tradicionales y dirigiéndose a las familias ricas de la ciudad que acudirían de vacaciones a la zona. En la mayoría de mis películas, quizás, este sea el tema principal: los viejos valores islandeses frente al capitalismo y la sociedad moderna.
En la cooperativa siempre hablan de “nuestro condado” haciendo que casi parezca una tierra misteriosa o una idea filosófica en lugar de una zona actual ¿crees que la idea de poner a toda la comunidad por delante de las necesidades individuales continúa viva?
En el noroeste de Islandia todavía está muy presente. La gente habla de su condado como una especie de unidad independiente que no necesita ninguna ayuda de fuera. Esta gente incluso están en contra de la Unión Europea. Quieren que Islandia sea independiente y evitan trabajar con instituciones de otros países. En la película, tienen miedo de las grandes cadenas empresariales de Reykjavik. La ideología es la misma pero mientras que en la mayoría de países estaríamos hablando de empresas privadas, aquí hablamos de cooperación y propiedad colectiva. En realidad sí, el hecho de hablar de “el condado” es una idea filosófica. Pero ahora ya nadie sabe qué hacer con él.
(Fuente del texto de la entrevista: Pressbook-Karma Films)
TRAILER:
Nos gusta oir a esta persona decir: “estoy realmente loca y no voy a consentir esto nunca más”. Su comportamiento me recuerda a Frances McDormand en “Tres anuncios en la afueras”.
Hay algo cómico en la repentina forma en que su rebelión afecta al trabajo ordinario de la granja. Como te dije, no tenemos pistolas en Islandia así que a veces necesitamos utilizar otras armas. Yo también vengo del campo y estoy acostumbrado a trabajar en una granja. Conozco todo este mundo muy bien y cuando era joven solía conducir ese tipo de vehículos, así que creo que todo esto viene de esa experiencia. Inga se vuelve un poco como el personaje de McDormand, es cierto, pero no es así desde el principio. Teniendo en cuenta su origen, tiene sentido que le lleve tiempo convencer a otras personas de que se pongan de su lado. Se les ha anulado durante mucho tiempo y todos le tienen miedo a la cooperativa. Dependen de ella en muchos sentidos. Inga empieza su lucha por Facebook, muy importante en Islandia (diría que el 90 por ciento de la población utiliza esta red social, especialmente en el campo donde la gente vive muy aislada). Pero Inga es consciente de que para que se produzca un verdadero cambio necesita ir más allá y enfrentarse a la gente físicamente. Además, sería una película muy aburrida si la acción simplemente se desarrollara a través de posts de Facebook.
El estilo de vida que muestras, al igual que lo hacías en RAMS (EL VALLE DE LOS CARNEROS) es muy concreto ¿te interesa reflejar la soledad en la pantalla?
Quizás así es mi experiencia con el campo islandés. Vives solo o con otra persona y la gente de tu alrededor están continuamente marchándose. Se mudan a la ciudad y esto genera aún más soledad. Me interesa mostrar los cambios en la Islandia rural. Cuando era joven lo experimentaba de otra forma ya que entonces, en el campo, había más gente y más vida social. En definitiva, más cosas que hacer. Ahora ha cambiado mucho. Cuando oyes hablar en la película a Eyjólfur, el director de la cooperativa, habla de convertir el condado en el que viven en una zona de residencias de verano para turistas. Se refiere a este desarrollo atacando a las granjas tradicionales y dirigiéndose a las familias ricas de la ciudad que acudirían de vacaciones a la zona. En la mayoría de mis películas, quizás, este sea el tema principal: los viejos valores islandeses frente al capitalismo y la sociedad moderna.
En la cooperativa siempre hablan de “nuestro condado” haciendo que casi parezca una tierra misteriosa o una idea filosófica en lugar de una zona actual ¿crees que la idea de poner a toda la comunidad por delante de las necesidades individuales continúa viva?
En el noroeste de Islandia todavía está muy presente. La gente habla de su condado como una especie de unidad independiente que no necesita ninguna ayuda de fuera. Esta gente incluso están en contra de la Unión Europea. Quieren que Islandia sea independiente y evitan trabajar con instituciones de otros países. En la película, tienen miedo de las grandes cadenas empresariales de Reykjavik. La ideología es la misma pero mientras que en la mayoría de países estaríamos hablando de empresas privadas, aquí hablamos de cooperación y propiedad colectiva. En realidad sí, el hecho de hablar de “el condado” es una idea filosófica. Pero ahora ya nadie sabe qué hacer con él.
(Fuente del texto de la entrevista: Pressbook-Karma Films)
TRAILER:
(CRÍTICA DE CHRISTOPHER LASO)