LAS REIVINDICACIONES SOCIALES DESDE EL PUNTO DE VISTA DE UNOS JÓVENES FRANCESES ACTUALES
PAÍS: Francia (2019)TÍTULO ORIGINAL: Nos Défaites
DIRECCIÓN: Jean-Gabriel Périot
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 23 de Abril de 1974, Bellac (Francia)
INTÉRPRETES: Swann Agha, Natasha Andraos, Ghaïs Bertout-Ourabah, Jackson Ellis, Julie Escobedo, Rosalie Magnan, Alaa Mansour, Marine Rouie, Floricia Yamondo, Martin Zellner
GUIONISTA: Jean-Gabriel Périot
FOTOGRAFÍA: Amine Berrada, Manon Fourneyron, Sophonie Mgokani Belkie,
MÚSICA: David Georgelin
GÉNERO: Documental
PRODUCCIÓN: Envie de Tempête Productions, Ville d'Ivry-sur-Seine
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Numax Distribución
DURACIÓN: 88 minutos
PREMIOS:1 premio en el Festival de Berlín de 2019
SINOPSIS:
Nuestras derrotas ofrece un retrato de nuestra vinculación con la política a través de un juego de reinterpretación a cargo de estudiantes de secundaria que reflexionan sobre conceptos como los sindicatos, el capitalismo o las revueltas sociales mientras interpretan y dirigen extractos de películas del Mayo del 68. ¿Qué valor tienen la revolución o el compromiso en su día a día? ¿Cómo perciben el mundo en el que crecen? Y, sobre todo, ¿querrán cambiarlo, destruirlo o construir uno nuevo?
(Fuente de la sinopsis, el cartel y las imágenes: Numax Distribución)
(Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, Numax Distribución, IMDb, Wikipedia)
CRÍTICA:
El nuevo trabajo del director de documentales Jean-Gabriel Périot, uno de los más apreciados en el ámbito de la no ficción en los festivales europeos, ya sea en cortometrajes o largometrajes, es una propuesta original, extraña y que tiene como protagonistas a los estudiantes de bachillerato franceses de la localidad de Ivry-sur-Seine, de primer grado de cine del instituto Romain Rolland, que recrean escenas de películas que abordan el Mayo del 68, y al mismo tiempo y de manera paralela responden a las preguntas del propio Périot sobre asuntos sociales, el socialismo y el capitalismo, las reivindicaciones laborales o las diferencias de clase, en donde esos adolescentes demuestran una sinceridad y espontaneidad a la hora de responder a esas cuestiones, casi siempre con una tendencia hacia defender ese socialismo o comunismo, pero demostrando no tener unos conocimientos profundos sobre la materia, sino que lo hacen con pocas palabras y siempre acudiendo a las frases tópicas que escuchan en muchos medios de comunicación actuales.
El proyecto se presentó en la sección Forum del Festival de Berlín de 2019, en donde fue premiado con el CICAE, y en nuestro país se estrenó en San Sebastián ya que formó parte de la sección Zabaltegi-Tabakalera del Zinemaldia 2019, en donde la pude ver.
Hay que reconocer que la propuesta tiene una gran calidad técnica, tanto en el montaje posterior por parte del propio cineasta francés, como en la dirección de Périot, en colaboración con esos estudiantes, que logra presentar unas imágenes muy bien filmadas mezclando el blanco y negro en los fragmentos de las recreaciones de esas películas rodadas en las décadas de los 60 o 70 y unos planos fijos muy bien encuadrados en las entrevistas personales a los estudiantes. En el prólogo inicial vemos una escena de "La salamandra "(película dirigida por Alain Tanner en 1971) y en la hora y media que dura este documental hay recreaciones de, entre otras películas, las filmadas por Jean-Luc Godard ("La Chinoise" de 1967), Marin Karmitz ("Camarades de 1969) o Chris Marker y Mario Marret ("À bientôt, j’espère" de 1968).
El problema principal del documental es que la preguntas realizadas por a esos jóvenes franceses son bastante partidistas lo que condiciona las respuestas de esos estudiantes, aunque parece claro que hay algunos que defienden ese socialismo con independencia de si la pregunta está bastante dirigida a esa respuesta.
El largometraje puede servir como forma de mostrar la medida de la opinión de los jóvenes europeos actuales, en cuanto a las inquietudes sociales y políticas, en una especie de falso documental muy bien filmado y que funciona mejor a nivel formal por cómo lo cuenta que por lo que escuchamos en las respuestas de esos jóvenes sobre el socialismo, los obreros en las fábricas o los astilleros y las huelgas y manifestaciones reivindicativas sobre sus condiciones laborales.
Un proyecto que tendrá su público, en especial los que disfrutan con los documentales de contenido social con declaraciones de estudiantes y unas escenas en donde se recrean películas francesas clásicas.
LO MEJOR: La sinceridad de los jóvenes protagonistas. La dirección y el montaje.
LO PEOR: Es demasiado partidista a la hora de cuestionar sobre el modelo de sociedad.
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
Miguel Martín en Nos Hacemos un cine en Orión
PODCASTS:
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Miguel Martín en Nos Hacemos un cine en Orión
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DÍAS DE CINE:
ENTREVISTA AL DIRECTOR:
El punto de partida de la película es un taller con alumnos de instituto en su primer curso de cine. ¿Cómo diste con ellos?
La película responde a una invitación que me llega desde el ayuntamiento de Ivry-sur-Seine a través de su sala municipal, Le Luxy, para realizar una película con los alumnos de primer grado de cine del instituto Romain Rolland. La idea me pareció sorprendente y singular porque se trataba de pasar tiempo con el alumnado y, a partir de ahí, acabar realizando una película. Yo quería que descubriesen uno de los aspectos más importantes del trabajo del cineasta: la posibilidad que nos da el cine de enfrentarnos a lo que no conocemos, de conocer personas con las que, por diversas razones, no habríamos entrado en contacto. Enfrentar la alteridad para disolverla.
El punto de partida de mi proyecto consistía simplemente en hacer posible que los adolescentes confrontasen lo desconocido. Y el cine político y militante tras el Mayo del 68 me pareció un medio apropiado para que se cuestionasen algunas cosas que podían parecerles alejadas de sus preocupaciones habituales.
¿Cómo se organizó el rodaje?
Como en cualquier rodaje, cada persona tenía una función bien determinada. Por un lado había alumnos que eran técnicos de imagen, sonido u organizaban el rodaje, otros trabajaban en la puesta en escena de los remakes, decidían los movimientos de cámara... Inicialmente no estaba previsto que las decisiones fuesen escritas y pasasen por mí. Esta decisión se tomó colectivamente y más bien hacia el final.
¿Cómo fue la selección de los extractos de las obras de Mayo del 68 que hiciste reinterpretar al alumnado?
Fue un proceso colectivo. Les envié una treintena de obras y discutimos sobre ellas. Como apenas ven cine documental y no conocían nada del cine político y militante, su sorpresa fue mayúscula, no sabían que se habían hecho obras tan próximas a la vida de la gente y a sus dificultades, a este universo obrero. También me alegró mucho que seleccionasen el fragmento de La salamandra (Alain Tanner, 1971), que adoro especialmente y con el que abre la película.
¿Cómo se decidieron las preguntas que les trasladas a los alumnos tras reinterpretar los fragmentos?
Hay dos tipos de preguntas. Las primeras relacionadas con el fragmento que han filmado, acerca de su comprensión sobre el mismo, pero también de palabras y frases precisas del texto que acababan de reinterpretar. La segunda se compone de un conjunto de cuestiones más generales que les traslado: «¿Qué es una revolución?», «¿una huelga?», «¿y un sindicato?». Primeramente les escribí un formulario muy simple, pero al finalizar el rodaje me di cuenta de que muchos conceptos no eran una evidencia, había preguntas falsamente sencillas como «¿qué es la política?» a las que nadie podría responder en treinta segundos de una manera clara.
La estructura de la película parece crear un contraste entre las escenas reinterpretadas, donde los alumnos dan muestra de una impresionante precisión, y las entrevistas, en las que parecen más dubitativos.
Fue una de las sorpresas del rodaje y sobre todo del montaje. Revisando los brutos en frío, decidí agarrarme a esa diferencia. Cuando ellos reinterpretan los textos, tenemos la sensación de que los entienden perfectamente, defienden cada palabra de una manera precisa y creíble, incluso cuando no sean capaces de captar todo el sentido. Habíamos escogido juntos los fragmentos, habíamos hablado de cada una de las obras y discutido largo rato sobre política.
El hecho de que hubieran alcanzado cierta consciencia durante el rodaje sin haber comprendido el fondo de lo que habían llevado a escena, me permitió descubrir lo que ha desaparecido en materia de educación política y de transmisión para comprender el mundo social. En todo caso, crear una relación comparativa no significa que una época sea superior a la otra. Estos estudiantes tienen sus propias esperanzas y razones de lucha incluso cuando lo articulen con un vocabulario diferente.
Las cuestiones políticas que formula la película los hace evolucionar, como demuestra la última parte. ¿Podría haberse terminado sin este último segmento?
Sí, yo había hecho un primer corte sin esta conclusión. Era más pesimista sobre el tema del compromiso. Al ver las imágenes de las cargas policiales a los estudiantes de Mantes-la-Jolie, que se encuentran entre los hechos más violentos e inaceptables que yo haya visto jamás, me pregunté qué pensaban los alumnos que comparten edad con los jóvenes de las imágenes. Al preguntarles sobre la cuestión me confesaron que estaban a punto de bloquear el acceso al centro como medio de protesta.
En ese momento les propuse continuar la película «Los estudiantes tienen sus propias razones de lucha, aunque la articulen con un vocabulario diferente» reconstruyendo la secuencia de Mantes-laJolie a fin de que ellos me pudiesen hablar de este suceso. Finalmente, el hecho de haber participado en la huelga, de haber bloqueado el acceso al instituto, en algunos casos incluso de haber hecho guardia en la puerta y discutido con algunos profesores, les ha inculcado mayor conocimiento sobre política que todos los fragmentos de películas que les haya hecho reinterpretar. Me fascina haberlos visto cambiar en cuestión de seis meses, expresándose de manera más clara y afirmativa. Esto da a la película una perspectiva totalmente imprevisible que enriquece todo el proceso.