PASADO, PRESENTE Y FUTURO
TÍTULO ORIGINAL: Es gilt das gesprochene Wort
DIRECCIÓN: Ilker Çatak
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DEL DIRECTOR: 11 de Enero de 1984, Berlín (Alemania)
INTÉRPRETES: Anne Ratte-Polle, Ogulcan Arman Uslu, Godehard Giese, Jörg Schüttauf, Johanna Polley, Sebastian Urzendowsky, Lina Wendel, Sandra Bourdonnec, Ali Seckiner Alici
GUIONISTAS: Nils Mohl, Ilker Çatak
FOTOGRAFÍA: Florian Mag
MÚSICA: Marvin Miller
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: If... Productions, Loin Derrière L'Oural, ARTE, Zweites Deutsches Fernsehen, CinePostproduction
DURACIÓN: 118 minutos
PREMIOS:2 premios, incluyendo uno en los Lola 2020
SINOPSIS:
Dos mundos opuestos chocan cuando Baran, un gigoló turco, se encuentra con Marion, una piloto alemán, en las playas de Marmaris. En su búsqueda de una vida mejor en Europa, Baran convence a Marion de llevarlo de regreso a Alemania, pero lo que comienza como un acuerdo de mera conveniencia comienza a convertirse en algo más profundo. "I was, I am, I will be" propone un examen de la imprevisibilidad y la progresión de la vida desde un pasado problemático hasta un presente complicado y la esperanzadora promesa del futuro.
(Fuente de la sinopsis: Filmin-Atlántida Film Fest)
(Fuente del cartel: Filmaffinity)
(Fuentes de las imágenes: IMDb, Filmaffinity)
(Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, Atlántida Film Fest, IMDb, Wikipedia)
CRÍTICA:
El joven director alemán Ilker Çatak nació en Alemania, pero vivió muchos años de su juventud en Turquía. Empezó en el mundo del cortometraje cosechando diversos premios. Hace tres años nos presentó su ópera prima “Es war einmal Indianerland“ y ahora ha vuelto con su nueva película, una historia de amor bastante diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. La cinta cuenta con cinco nominaciones a los premios del cine alemán. Aquí en nuestro país hemos tenido la suerte de poder verla en una nueva edición del Atlántida Film Festival, dentro de la Sección Domestik.
Nos cuenta la historia de Baran, un ciudadano Kurdo que llega al centro turístico Marmaris en busca de trabajo, ha sido deportado de algún país europeo y su único objetivo es poder viajar a Alemania para tener una vida mejor. Mientras eso llega, trabaja como gigoló en un bar, entreteniendo y dando placer al numeroso número de mujeres que viajan a esa zona buscando solo eso.
Por otro lado, tenemos a Marion, una piloto de aviones bastante experimentada que, tras ser detectada de un cáncer de mama, decide junto con su pareja actual ir a pasar unas vacaciones a la misma zona donde trabaja Baran. Está claro que la relación de Marion con su pareja está completamente rota, por eso él decide marcharse antes de tiempo y dejarla sola en la playa.
A partir de eso momento Marion y Baran empezaran a conocerse y de una forma bastante repentina decide pagarle un billete de avión y llevárselo con ella a Alemania, allí llegan a un acuerdo, deciden casarse y estar junto tres años, hasta que Baran reciba los papeles y pueda ser legal el país. Lo que empieza como un acuerdo meramente de conveniencia empieza a convertirse en algo mucho más serio.
La película funciona sobre todo gracias a un magnífico guion, desarrollado en tres partes. El director nos muestra como a veces el ser humano es capaz de realizar actos de los más extraños, como hacerse cargo de un desconocido, asumiendo todo tipo de riesgos y consecuencias. Pero quizás para Marion sea una forma de sentirse bien y una buena medicina para curar su enfermedad.
Puede ser que el secreto esté en la sencillez de lo que nos está contando, todo fluye de manera muy agradable, la historia va enganchando al espectador y le va provocando cada vez más una sensación de buen rollo y nos enseña que las diferencias culturales no son ningún obstáculo para enamorarse. El final abierto también me parece muy bien logrado. Recomendable
Puntuación: 7.5/10
Nos cuenta la historia de Baran, un ciudadano Kurdo que llega al centro turístico Marmaris en busca de trabajo, ha sido deportado de algún país europeo y su único objetivo es poder viajar a Alemania para tener una vida mejor. Mientras eso llega, trabaja como gigoló en un bar, entreteniendo y dando placer al numeroso número de mujeres que viajan a esa zona buscando solo eso.
A partir de eso momento Marion y Baran empezaran a conocerse y de una forma bastante repentina decide pagarle un billete de avión y llevárselo con ella a Alemania, allí llegan a un acuerdo, deciden casarse y estar junto tres años, hasta que Baran reciba los papeles y pueda ser legal el país. Lo que empieza como un acuerdo meramente de conveniencia empieza a convertirse en algo mucho más serio.
Puede ser que el secreto esté en la sencillez de lo que nos está contando, todo fluye de manera muy agradable, la historia va enganchando al espectador y le va provocando cada vez más una sensación de buen rollo y nos enseña que las diferencias culturales no son ningún obstáculo para enamorarse. El final abierto también me parece muy bien logrado. Recomendable
Puntuación: 7.5/10
LO MEJOR: La sencillez de cómo nos cuenta la historia y las interpretaciones.
LO PEOR: Va de menos a más.
LO PEOR: Va de menos a más.
(Crítica escrita por Christopher Laso)
TRAILER:
(CRÍTICA DE CHRISTOPHER LASO)