METIÉNDOSE EN LA BOCA DEL LOBO
DIRECCIÓN: Fernanda Valadez
AÑO Y LUGAR DE NACIMIENTO DE LA DIRECTORA: 1981, Guanajuato (México)
INTÉRPRETES: Mercedes Hernández, David Illescas, Juan Jesús Verela, Ana Laura Rodríguez, Laura Elena Ibarra, Xicoténcatl Ulloa
GUIONISTAS: Astrid Rondero, Fernanda Valadez
FOTOGRAFÍA: Claudia Becerril Bulos
MÚSICA: Clarice Jensen
GÉNERO: Drama
PRODUCCIÓN: Corpulenta, Foprocine, Avanti Pictures, Wanda Films, EnAguas Cine, Nephilim Producciones, Foprocine
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Wanda Films
DURACIÓN: 95 minutos
PREMIOS:4 premios en el Festival de Sundance y uno en el de San Sebastián de 2020
SINOPSIS:
Magdalena emprende una travesía en busca de su hijo, desaparecido en su camino a la frontera con Estados Unidos. El recorrido de Magdalena entre pueblos y paisajes desolados del México actual la conduce a conocer a Miguel, un joven recién deportado de los EEUU que viaja de vuelta a casa. Así se acompañan, Magdalena buscando a su hijo, y Miguel esperando ver a su madre de nuevo, en un territorio donde deambulan juntos víctimas y victimarios.
Magdalena emprende una travesía en busca de su hijo, desaparecido en su camino a la frontera con Estados Unidos. El recorrido de Magdalena entre pueblos y paisajes desolados del México actual la conduce a conocer a Miguel, un joven recién deportado de los EEUU que viaja de vuelta a casa. Así se acompañan, Magdalena buscando a su hijo, y Miguel esperando ver a su madre de nuevo, en un territorio donde deambulan juntos víctimas y victimarios.
(Fuente de la sinopsis y el cartel: Wanda Films)
(Fuentes de las imágenes: Zinemaldia, Wanda Films)
(Fuentes de la información de la película: Filmaffinity, Wanda Films, Zinemaldia, IMDb)
CRÍTICA:
La ópera prima en la dirección de largometrajes de la cineasta mexicana Fernanda Valadez, en un proyecto que el año pasado ganó el extinto premio de Cine en construcción en el Festival de San Sebastián, es un drama familiar que cuenta mucho sin necesidad de grandes diálogos. La película se presentó en el Festival de Sundance en donde ganó dos premios, incluyendo el de mejor guion en película internacional, y en nuestro país se ha podido ver en San Sebastián ya que ha formado parte de la sección Horizontes latinos del Zinemaldia 2020, en donde ha sido elegida la mejor película de la sección.
La propuesta es una producción mexicana con parte importante de participación nacional, en concreto de Wanda Films, que se encarga de participar en la producción de los proyectos ganadoras del premio Cine en construcción del Festival de San Sebastián, gracias al acuerdo de hace unos años con el Zinemaldia.
A partir de ese momento la propuesta se mueve por diferentes etapas y personajes, con unos saltos temporales bastante bien insertados y que, con un ritmo pausado pero que sin ser excesivamente moroso para que pueda aburrir al espectador, aborda esos dramas familiares de las madres que buscan desesperadamente a sus hijos, y lo hace creando una tensión atmosférica desde lo ambiental poniendo el rostro en Magdalena, la madre luchadora que se mete en la boca del lobo en el intento de localizar al adolescente que está desaparecido.
El punto más fuerte del proyecto es su guion, coescrito por la directora en colaboración con Astrid Rondero, en donde hay una crítica social sin necesidad de hacerlo de manera directa sobre lo que sucede en la frontera entre esos dos países, en donde las guerrillas se apoderan de la zona, destrozando la vida de muchas familias, pero también a la idea de que llegando a los Estados Unidos se va a lograr la felicidad, ya que eso es lo que venden en ese país, pero realmente no es así.
Una propuesta que está bastante bien filmada e iluminada, y que cuenta con un gran trabajo interpretativo de Mercedes Hernández, que interpreta Magdalena, una madre coraje que busca a su hijo desaparecido, y que es el personaje central de la película. En la parte final hay un par de escenas en donde hay bastante tensión, y una sorpresa que me dejó descolocado. Lo que no me termina de convencer son los elementos místicos y religiosos que están presentes durante gran parte del proyecto, y que son fundamentales en la evolución de la historia.
LO PEOR: No me terminan de convencer los elementos místicos y religiosos que están presentes durante gran parte del proyecto.
NOTA DE LA DIRECTORA:
“Sin señas particulares” ha sido un proyecto de largo aliento. Empecé a investigar sobre la violencia en México y en particular sobre desaparición forzada alrededor de 2011. En aquel entonces, apenas abríamos los ojos ante fenómenos que expresan una profunda crisis social y humana: desapariciones y asesinatos de activistas, periodistas, migrantes, mujeres, viajeros… Tratando de comprender esa vorágine, filmé un cortometraje titulado “400 maletas”. Fue mi primer acercamiento a la historia que aborda “Sin señas particulares”. Tras la experiencia de ese cortometraje, busqué una forma narrativa más coral y menos naturalista, que me permitiera explorar el interior de los personajes y al mismo abordar los fenómenos sociales que inspiraron el proyecto. “Sin señas particulares” se convirtió en una historia de camino, un road movie con tintes de thriller que transita por algunos de los insólitos y complejos parajes del México actual. El abordaje social de la película hizo que el proceso de financiamiento fuera largo y complicado. Filmamos con un flujo de efectivo limitado, complementado por aportaciones en especie. Pero irónicamente, las limitaciones de presupuesto no se convirtieron en limitantes creativas, pues nos obligaron a atajar el proyecto desde una perspectiva afín a la historia y a los personajes. Fue así que conocimos muy de cerca la belleza y los retos del campo mexicano, así como el desventurado camino de la migración, en una mezcla de actores profesionales de la Ciudad de México con jóvenes de las comunidades rurales donde filmamos, todos estos últimos versados en los motivos para migrar.
(Fuente del texto: Pressbook-Wanda Films)
TRAILER: