LA SENCILLEZ Y NATURALIDAD A LA HORA DE FILMAR DE UNA CINEASTA LLAMADA CARLA SIMÓN
DIRECCIÓN: Carla Simón
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DE LA DIRECTORA: 22 de diciembre de 1986, Barcelona (España)
INTÉRPRETES: Josep Abad, Jordi Pujol Dolcet, Anna Otín, Xenia Roset, Albert Bosch, Ainet Jounou, Montse Oró, Carles Cabós, Berta Pipó, Joel Rovira, Isaac Rovira, Elna Folguera, Antònia Castells, Djibril Casse, Jacob Diarte
GUIONISTAS: Carla Simón, Arnau Vilaró
FOTOGRAFÍA: Daniela Cajías
MÚSICA: Andrea Koch
GÉNERO: drama
PRODUCCIÓN: Elastica Films, Avalon P.C, Vilaüt Films, Kino Produzioni, Movistar+, RTVE, TV3
DISTRIBUIDORAS EN ESPAÑA: Avalon Distribución, Elástica Films
AGENCIA DE COMUNICACIÓN: Revolutionary Press
DURACIÓN: 120 minutos
PREMIOS: 1 premio en el Festival de Berlín de 2022
Después de ochenta años cultivando la misma tierra, la familia Solé se reúne para realizar juntos su última cosecha.
(fuente de la sinopsis y del cartel: Avalon Distribución)
(fuentes de las imágenes: Avalon Distribución, Filmaffinity)
(fuentes de la información de la película: Filmaffinity, Avalon Distribución. Elástica Films, IMDb)
CRÍTICA:
Carla Simón ya demostró su talento en su primer largometraje, "Verano 1993 (2017)" en donde la joven cineasta española, que estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona, nos presentó una historia familiar dramática muy bien filmada y que logró emocionar a muchos espectadores por la sencillez y naturalidad con la que se movían sus personajes, en especial la niña protagonista. Tenía muchas expectativas en poder ver su segundo largometraje, y hemos tenido que esperar más tiempo del deseado por culpa, entre otras cosas, de la pandemia, pero también de que la cineasta catalana se toma las cosas con calma, cuidando al máximo todos los detalles, para que el resultado final sea apreciado por los que buscamos un cine diferente, cercano al cine de autor. "Alcarrás" se presentó en la pasada edición del Festival de cine de Berlín, en donde logró el Oso de oro a la mejor película, en lo que supone un logro para el cine español 39 después de que "La colmena (1982)" de Mario Camus ganar ese mismo galardón. Posteriormente la película se proyectó fuera de concurso en el Festival de Málaga, en el mismo escenario en donde se dio a conocer su ópera prima hace 5 años, y también se ha podido ver en el D´A de Barcelona un día antes de su estreno en las salas comerciales españolas.
La película es un drama, pero está salpimentada de unos toques de humor que funcionan bastante bien, y que nos ayudan a llevar mejor esas disputas familiares, la vida diaria de los más pequeños que disfrutan de sus vacaciones de verano, o ese adolescente luchador y con principios que es quizás el personaje mejor desarrollado. La película introduce poco a poco esas reivindicaciones de los trabajadores del campo, que cada vez tienen más difícil vivir de ello, en un tema que está de ardiente actualidad como el de unos precios más justos por su duro trabajo (suben los costes de la producción y las maquinarias y cada vez les pagan menos por lo recogido en sus tierras, y ese asunto se aborda de manera progresiva pasando a ser uno de los puntos fuertes de la película en la parte final, y se hace sin entrar en partidismo sino exponiendo la realidad actual, con la familia Solé como espejo en el que se pueden mirar muchas personas que malviven en la llamada España vaciada.
El proyecto consigue mantener el interés en sus dos horas de duración gracias a diferentes factores. El primero es que hay un avance en las diferentes tramas, y ese desarrollo argumental se hace de manera natural sin necesidad de acudir a grandes giros ni a situaciones de difícil credibilidad, con un guion bastante bien trabajado, y que consigue hacer ameno un tema que a priori puede resultar aburrido.
El segundo aspecto positivo es la dirección de Carla Simón, que sabe presentar cada una de las escenas de manera brillante, con un estilo propio que entiendo pueda tener sus detractores, pero que a nivel personal me convence esa sencillez y naturalidad en cada de uno de los movimientos de los personajes pese a que dedica tiempo a filmar cada escena (lo que parece una contradicción, pero en esta película son cosas compatibles).
Por último, me gustaría destacar el gran trabajo en la dirección de fotografía por parte de Daniela Cajías, ganadora del Goya por "Las niñas (2020)", que retrata muy bien la esencia de esa zona rural, logrando captar muy bien la luz natural de Alcarrás y sus alrededores.
También me parece un acierto la ausencia casi total de música, y cuenta con un excelente trabajo de los técnicos de sonido responsables de que escuchemos los sonidos de la naturaleza de ese lugar.
Dejo para el final a las interpretaciones, lo que no quiere decir que sean malas, sino que no me parece lo más destacado de la película. Hay un gran trabajo del equipo de casting, a la hora de seleccionar esos intérpretes no profesionales, que están creíbles y encajan muy bien en el tipo de historia que nos quiere contar Carla Simón. Si hay uno que destaca por encima del resto ese es Jordi Pujol Dolcet, que interpreta a Quimet, en un gran trabajo dramático que bien podría optar a la nominación al Goya 2023 en la categoría de actor revelación.
La directora ha puesto Alcarrás en el mapa, gracias en parte al éxito en Berlín de la película, con un número de salas superior al habitual en una película que en principio se supone va dirigida a un público minoritario aficionado a esas películas familiares que se desarrollan a un ritmo lento. Ojalá todo ello sirva para que este proyecto atraiga a las salas a un público diferente al habitual, y creo que pueden salir satisfechos teniendo en cuenta que aborda un tema de actualidad con el que mucha gente se puede sentir identificados, que hay muchos personajes entrañables, en especial los de Rogelio y su hijo Quimet, y que tiene las dosis de humor necesaria para mantener la atención del espectador.
LO PEOR: La pérdida de protagonismo del personaje de Rogelio en la segunda mitad.
NOTAS DE LA DIRECTORA:
Mi familia cultiva melocotones en Alcarràs, un pequeño pueblo de la Cataluña profunda. Cuando murió mi abuelo hace unos años, mis tíos heredaron la tierra y sus cuidados. La ausencia de mi abuelo me llevó a poner en valor su legado familiar y los árboles que cultivaba, sintiendo que algún día podrían desaparecer. Así es como surgió la idea de “Alcarràs”: una familia de agricultores - los Solés – están a punto de perder las tierras porque su dueño quiere arrancar los melocotoneros e instalar paneles solares. La humanidad ha cultivado la tierra en familia desde el Neolítico. Es el oficio más viejo de todos los tiempos. Pero la historia de los Solé sucede en un momento en que la forma tradicional de hacer agricultura ha dejado de ser sostenible.
CRÍTICAS EN BLOGS ESPECIALIZADOS:
Ricardo Pablo López en Destino Arrakis
Alberto Tovar en El Palomitrón
Alicia Rambla en Cinema Ad Hoc
Mi familia cultiva melocotones en Alcarràs, un pequeño pueblo de la Cataluña profunda. Cuando murió mi abuelo hace unos años, mis tíos heredaron la tierra y sus cuidados. La ausencia de mi abuelo me llevó a poner en valor su legado familiar y los árboles que cultivaba, sintiendo que algún día podrían desaparecer. Así es como surgió la idea de “Alcarràs”: una familia de agricultores - los Solés – están a punto de perder las tierras porque su dueño quiere arrancar los melocotoneros e instalar paneles solares. La humanidad ha cultivado la tierra en familia desde el Neolítico. Es el oficio más viejo de todos los tiempos. Pero la historia de los Solé sucede en un momento en que la forma tradicional de hacer agricultura ha dejado de ser sostenible.
El suyo es un caso más de las muchas familias que, tras varias generaciones de cultivos, se ven forzadas a abandonar sus tierras. ¿Qué es la agricultura hoy en día? Alcarràs es un tributo a la resistencia de las últimas familias de agricultores, que cada día corren un mayor riesgo de extinción en el mundo occidental.
Esta es una historia sobre la pertenencia a una tierra, a un lugar, pero también es un drama sobre las relaciones familiares y sus tensiones generacionales, sobre la necesidad de superar viejas tradiciones y sobre la importancia de la unidad familiar en tiempos de crisis.
Esta es una historia sobre la pertenencia a una tierra, a un lugar, pero también es un drama sobre las relaciones familiares y sus tensiones generacionales, sobre la necesidad de superar viejas tradiciones y sobre la importancia de la unidad familiar en tiempos de crisis.
Concebí la película como un relato coral por mi deseo de expresar lo que significa formar parte de una gran familia. Diálogos cruzados, energías opuestas, caos, gestos sutiles pero significativos, emociones en efecto dominó… Cada miembro de los Solé trata de encontrar su lugar en el mundo en un momento en que están a punto de perder su identidad familiar. Trabajamos con actores naturales de la zona de Alcarràs porque tienen un vínculo real con la tierra y hablan el dialecto específico de esa región de Cataluña. Para construir una familia, pasamos mucho tiempo juntos, improvisando situaciones para erigir sus relaciones. Ahora se siguen llamando por sus nombres de la película, sintiendo que todos tienen dos familias: la real y la familia de “Alcarràs”
(fuente del texto: pressbook-Avalon Distribución)
(fuente del texto: pressbook-Avalon Distribución)
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