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EL JUEZ ( 2015 )

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EL JUEZ ENAMORADO


PRODUCCIÓN: FRANCIA ( 2015 )
DIRECCIÓN:Christian Vincent
INTÉRPRETES:Fabrice Luchini, Sidse Babett Knudsen, Miss Ming, Berenice Sand, Claire Assali, Floriane Potiez, Corinne Masiero
GÉNERO: Drama
DISTRIBUIDORA: Surtsey Films
DURACIÓN: 98 minutos

SINOPSIS:
Michel Racine es presidente de un temido tribunal de lo penal. Racine, tan duro consigo mismo como con los demás, es apodado «el presidente de las dos cifras». Con él, siempre caen más de diez años. Todo cambia el día en que Racine se topa con Ditte Lorensen-Coteret. Ella es miembro del jurado popular. Seis años antes, Racine estuvo enamorado de esta mujer, prácticamente en secreto. Es quizá la única mujer a la que jamás haya amado.
 ( FUENTE: SURTSEY FILMS )
 ( FUENTE CARTEL: SURTSEY FILMS )

CRÍTICA:
Christian Vincent dirige y es el responsable del guión de esta película sencilla, amable y que es difícil de situar en un género concreto, ya que sin tener escenas de humor tiene elementos de comedia y algunos diálogos con trasfondo dramático. El director francés recibió dos premios César con " La discreta ( 1990 ) ", su primer largometraje de los 3 que ganó la película, y a partir de ese momento su carrera ha tenido poca repercusión internacional, salvo la nominación de " La séparation ( 1994 ) ", su tercera película, en los Globos de oro. 
La propuesta se presentó en el pasado festival de Venecia, en donde fue una de las grandes triunfadoras, al llevarse los premios de mejor actor y guión.Fabrice Luchini se llevó el premio en la ciudad de los canales, mientras que su compañera de reparto Sidse Babett Knudsenfue premiada como la mejor actriz secundaria en los premios César 2016. Ambos son lo mejor de la película y sus conversaciones son mucho más interesantes que las escenas del juicio. 
 

El actor francés vuelve a demostrar un cambio de registro, al pasar de la tristeza a la alegría y estando firme en las situaciones más delicadas del juicio. El juez tiene una vida solitaria, rutinaria y con comportamientos extraños, vive en un hotel y no se quiere relacionar con el resto de la gente hasta que se reencuentra con Ditte y comienza a recordar situaciones de su pasado. Entre medias se desarrolla un juicio por la muerte de un bebé de menos de un año y aunque hay algunos detalles curiosos del funcionamiento de los jurados en Francia las escenas son bastante pesadas y parece que al director tampoco le interesa hacer una película de suspense sino que busca un marco determinado, en este caso la sala de juicios y sus alrededores, para mostrarnos una historia personal de personajes que se conocieron 6 años atrás en el hospital en donde trabaja la protagonista y miembro del jurado.


Me parece interesante que la historia se centre en los sentimientos de los personajes y los diálogos personales, dejando de lado la identidad del culpable o al menos el seguimiento exhaustivo de los detalles del juicio. Al director no le interesa si Martial ( Victor Pontecorvo ) mató a su hijo o si fue Melissa, la madre del bebé. El único problema es que ese desinterés hace que el espectador, al menos en mi caso, desconecten de lo que sucede en la sala, y estén deseando que terminen esos interrogatorios para poder ver a los dos protagonistas hablar sobre su vida mientras que desayunan o toman el almuerzo. El interés aumenta con la aparición de un tercer personaje mucho más joven e incisiva y que no se corta a la hora de interrogar al " amigo " de su madre, sobre asuntos referentes a su vida personal y profesional. El personaje de Ann, la adolescente de 17 años con inquietudes, aparece pocos minutos, pero son los más interesantes, y en donde se puede entender que la película también tiene elementos cómicos.
 

La película es sencilla y tampoco utiliza muchos escenarios para desarrollar una trama creada por el director, con unos diálogos interesantes sin gran profundidad y que funcionan gracias a la pareja protagonista, en especial Fabrice Luchini que vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores del panorama europeo actual. Destaco la canción " Dreamers ", cantada por Claire Denamur, que suena varias veces en la parte final.
Recomendable a casi todo tipo de público, en especial a los que disfrutan con el cine europeo. No es la propuesta ideal para los que buscan una cinta moderna a nivel visual y que se aburren con unas películas tan sencillas y sin giros importantes.

SPOILERS:
Lo más interesante de las escenas del juicio es lo relativo a las botas que usaba el acusado, cuyo asunto llama la atención del juez por un comentario de uno de los miembros del jurado antes de entrar en la sala. Me resultó curioso comprobar el modo en el que se eligen los miembros del jurado, mediante un sorteo sacando unas bolas del interior de una urna con los nombres.
Me quedo con los diálogos de los dos protagonistas en la cafetería y el cambio de actitud del juez cada vez que mira a Ditte, sobre todo cuando recuerda las 7 semanas que estuvo en el hospital tras haber sufrido un accidente y en donde se enamoró de la persona que la atendió, no tengo claro si es médico o enfermera, con la que se reencuentra 6 años después.


LO MEJOR: La actuación de Fabrice Luchini.
LO PEOR: Las escenas del juicio.


PREMIOS Y NOMINACIONES:

- 3 PREMIOS Y 3 NOMINACIONES, INCLUYENDO 2 PREMIOS EN EL FESTIVAL DE VENECIA DE 2015 Y UN PREMIO CÉSAR 2016.
 ( FUENTE: IMDB )

CRÍTICAS EN BLOGS Y MEDIOS ESPECIALIZADOS:

José Antonio Alarcón en Séptimo Escenario  6,5 / 10

Daniel Pamies en My Sofa  6 / 10 

Jesús Villaverde en Esencia Cine  6 / 10

Javier del Junco en Faces on the Box  3 / 5 

Mario Iglesias en Tierra Filme  8 / 10

Sergi Sánchez en Fotogramas  4 / 5

Carlos Marañón en Cinemanía  4 / 5

Quim Casas en Sensacine  2,5 / 5

DeCine21  6 / 10

Ángela Ruiz en Críticas en 8mm  8 / 10

Víctor Esquirol en El SéptimoArte  4 / 10

Tomás Ruibal en El Palomitrón  3 / 5 

Susana Peral en Cineralia  3,1 / 5 

Rafael Calderón en Cineralia  3,2 / 5 

Alberto Mulas en Cine Maldito

Javier Ocaña en El País 

Luis Martínez en El Mundo 

Antonio Weinrichter en Abc  3 / 5

Boyd Van Hoeij en The Hollywood Reporter 

Guy Lodge en Variety

John Bleasdale en CineVue  3 / 5

Jacques Morice en Télérama  3 / 5

Nota IMDb:

Courted (2015) on IMDb

Nota Filmaffinity: 6,5 / 10

Días de Cine:

ENTREVISTA AL DIRECTOR Y GUIONISTA:
¿Cómo nació el proyecto de El juez? De mi deseo, compartido con mi productor, Matthieu Tarot,  de recuperar a Fabrice Luchini veinticinco años después de LA DISCRÈTE. Faltaba encontrar un personaje y una historia. Hablando con Matthieu (apasionado del mundo judicial), imaginamos a Fabrice como presidente de un tribunal de lo penal. Me pareció que le sentaría muy bien la toga roja y el cuello de armiño. Como yo no sabía nada sobre el mundo de la justicia, empecé por asistir a un juicio. Allí descubrí que una sala de un tribunal es como un teatro, con su público, sus actores, su dramaturgia y sus bambalinas. Es un orden regulado que solo necesita ser desbaratado. Pero principalmente es un lugar de palabra, fundada esencialmente en la oralidad de los debates. Un lugar donde algunos dominan el lenguaje, donde otros, en ocasiones, ni siquiera comprenden las preguntas que se les plantean. Hay de todo en un juicio. Hay angustia humana, arrebatos apasionados, momentos de aburrimiento, intrusiones en la intimidad, bandos que se enfrentan, personas que mienten, verdades que se oponen y muchas preguntas que quedan sin respuesta. Al final de la audiencia, a veces triunfa la verdad. Pero no siempre. La mayoría de las veces, no se sabe. 


¿Desde qué perspectiva abordó la realización del guión?
Empecé por presentarme en el tribunal de Bobigny. Cuatro jóvenes estaban acusados de violación colectiva en un cuarto de basuras. A pesar de que era un juicio a puerta cerrada, con el consentimiento de las partes pude asistir del lado del tribunal, como cualquier otro magistrado. En todas las suspensiones de sesión, acompañaba al presidente, Olivier Leurent, sus dos jueces asesores, su secretaria judicial y los nueve miembros del jurado, a lo que podrían llamarse «bambalinas».
Vi a los jurados hacer preguntas a los magistrados, presentarse, hablar entre ellos sobre lo que habían escuchado. Vi a los magistrados atentos a sus solicitudes, respondiendo a cada una de sus preguntas; todo ello durante cinco días… E inmediatamente reviví la experiencia, esta vez en el Tribunal de primera instancia de París. Un joven estaba acusado de haber degollado a su amante. Ya podía comenzar a escribir. Contaba con todos los elementos que me permitían hacerlo. Para que la película fuera justa, era necesario que la parte documental lo fuera.


Quedaba la historia…
La historia procedió simple y naturalmente de la personalidad del magistrado. Yo me imaginaba a un presidente de tribunal cerca de la jubilación. Un hombre respetado y temido en el Palacio de Justicia, pero menospreciado e ignorado en su hogar. En casa, todos, salvo su perro, le muestran poco afecto, mientras que en el tribunal se le da el trato de “señor presidente”. Por lo tanto, me imaginaba un hombre amargo, poco propenso al disfrute. Un hombre que, solo una vez en la vida, se había enamorado de una mujer. Esto ocurrió cinco o seis años atrás. Un accidente le había sumido en un coma. Al despertarse, el rostro de una mujer se encontraba inclinado sobre él. Había sido una iluminación. Sin embargo, esa mujer reaparece en su vida. Forma parte del jurado en un juicio que él va a dirigir. Va a tener que vivir junto a ella durante varios días… Había encontrado la historia.


¿Cómo construyó el personaje de Ditte? 
En contraposición al personaje de Racine. Racine es la noche, el lado oscuro de cada uno de nosotros, mientras que Ditte es la luz. Racine castiga cuando Ditte devuelve la vida. Al crear este personaje, tenía en mente al personaje cinematográfico de Christine ( interpretado por Nora Gregor ) en LAS REGLAS DEL JUEGO, de Jean Renoir. Un aviador se enamora perdidamente de ella simplemente porque ha sido amable con él. «Entonces, en Francia, ¿no existe el derecho a ser amable con un hombre?» le pregunta ella a Octave, interpretado por Jean Renoir. «No, no existe el derecho», responde él. «Entonces estoy equivocada.», concluye ella.


¿Por qué elegir a Sidse Babett Knudsen para interpretar el papel de Ditte? 
Mientras escribía el guión, no tenía ni idea de la actriz a la que podría confiar el papel. Varios nombres rondaban mi cabeza, pero ninguna me convencía. ¿De quién podría haberse enamorado Michel Racine (Fabrice Luchini) unos años antes? Estaba bloqueado. No veía a nadie. En aquel momento, Arte emitía la tercera temporada de BORGEN y yo no me perdía ningún episodio. Me encantaba la actriz. Me parecía sexy y viril a la vez. Me recordaba a las heroínas de las películas de John Ford. Y de pronto, un día de ocio, escribo su nombre en Google. Un enlace me lleva a una entrevista que concede a Arte. Entonces descubro que habla francés con fluidez. En ese mismo instante, llamo a mi productor para decirle que la he encontrado.


Veinticinco años después de LA DISCRÈTE, ¿cómo fue el reencuentro con Fabrice Luchini?
Fabrice sabía que yo escribía pensando en él. Una vez que Matthieu Tarot y yo consideramos que podíamos hacer que leyera algo, me cité con él. Me presenté en su apartamento del distrito XVIII de París. Conocí a Shiba, su perrita de 2 años. Tomamos un café en su cocina. Recuerdo que la conversación giró en torno al mercado inmobiliario, los tipos de crédito vigentes y el barrio en el que vive y del que nunca ha salido. Antes de marcharme, le entregué el guion de L´HERMINE. Al día siguiente, me llamó diciendo que hacía la película.


Fabrice encarna el rol de magistrado con sobriedad. ¿Le dirigió usted en ese sentido? 
No fue necesario. Fabrice está muy alejado del método «actor’s studio» y de todas las técnicas que predican la introspección, la búsqueda psicológica o la identificación. Sin embargo, antes de empezar a rodar, quiso conocer al presidente del tribunal que me había recibido en dos ocasiones. Un día, vino al Palacio de Justicia de París para asistir a medio día de juicio. Vio la sobriedad con la que el presidente dirigía el juicio. Ni una palabra más alta que otra. Transcurrida una hora, ya había comprendido.

¿Cómo transcurrió el rodaje entre Fabrice y Sidse?
De una manera espantosamente normal, es decir, terriblemente profesional. Los dos venían de mundos completamente diferentes, y eso ayudó a su entendimiento, su complicidad. Sidse nunca había rodado en Francia. Ella observaba nuestra manera de trabajar con asombro, nuestro ritmo de trabajo, nuestras pausas para almorzar, nuestra distensión, nuestra aparente improvisación… Todo ello le desconcertaba y divertía al mismo tiempo.


¿Qué espera usted de sus actores?
Soy como todo el mundo. Espero que lleguen a su hora y conozcan su texto (risas). Siempre escribo mis diálogos con muchos puntos suspensivos… a veces, incluso dejo frases sin terminar. En realidad, espero que me sorprendan y trato de reunir en torno a ellos las condiciones de esta expectativa. Dirigir al actor consiste en una sutil mezcla de dos sentimientos contradictorios. Es necesario tranquilizar y desestabilizar a la vez.

En torno a ellos encontramos roles secundarios con una interpretación muy realista. ¿Cómo los eligió? 
Tengo un truco. Yo, que en la vida no soy en absoluto fisionomista (rozo la agnosia), elijo a los actores por su físico. Me refiero a que elijo sistemáticamente actores o actrices que no se parecen. Mi miedo es que se confunda un personaje con otro. Quitando eso, elijo a gente normal, o si lo prefiere, a actores que no hacen de actores. Hasta tal punto que, cuando paseo por la calle, esté preparando o no una película, siempre me cruzo con muchísimas personas que quisiera filmar…

¿Cómo se trabajan las escenas que confrontan a un actor con experiencia y a un aficionado? 
Yo trabajo con los no profesionales como con los niños. Diez minutos antes de rodar, les doy indicaciones sobre su personaje, el contenido de la escena y lo que deben decir, pero sin proporcionarles un texto que deban aprender. No hay nada peor que la recitación. Algunas veces, la interpretación es torpe, pero por lo general, recompensa.

¿Por qué ha rodado los exteriores en el norte? 
Es superior a mí. Siempre recurro al norte. Allí me siento bien. No sé por qué exactamente. Por el gusto por una cierta forma de melancolía, tal vez… y al mismo tiempo, en el norte está la auténtica gracia, una auténtica alegría que nada tiene que ver con la espantosa bonhomía de la gente del sur.

¿Qué representa esta película para usted? 
Hace mucho tiempo, cuando me preguntaban por qué hacía películas, respondía que era la profesión que mejor me permitía aprovechar el tiempo… La alternancia entre los periodos de escritura solitaria, la excitación de los rodajes durante los que hay que tirar de un ejército de colaboradores, el replanteamiento personal del montaje… momentos de duda, momentos de euforia. Hoy en día, cuando me preguntan por qué hago cine, respondo que quiero filmar mi país y la diversidad de sus territorios, lenguas y culturas. Si decidí rodar en un Palacio de Justicia, es por ese motivo. Un juicio es uno de los pocos lugares de la sociedad donde todas las palabras se cruzan, donde todas las culturas cohabitan y donde todas las clases sociales se rozan. Es lo opuesto al ensimismamiento. 
 ( FUENTE: SURTSEY FILMS )

TRAILER:





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