LOS MIEDOS DE UN NIÑO SENSIBLE Y OBSERVADOR
TÍTULO ORIGINAL: Les démons
DIRECCIÓN: Philippe Lesage
INTÉRPRETES: Édouard Tremblay-Grenier, Yannick Gobeil-Dugas, Vassili Schneider, Sarah Mottet, Mathis Thomas, Laurent Lucas, Pascale Bussières, Bénédicte Décary, Pier-Luc Funk
GUIONISTA: Philippe Lesage
FOTOGRAFÍA: Nicolad Canniccioni
GÉNERO: Comedia
PRODUCCIÓN: Funfilm Distribution, Be For Films, Les Films de L'Autre, Unité centrale
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Compacto
DURACIÓN: 118 minutos
PREMIOS:2 premios y 9 nominaciones, incluyendo las 2 nominaciones en los premios del cine canadiense de 2016
DIRECCIÓN: Philippe Lesage
INTÉRPRETES: Édouard Tremblay-Grenier, Yannick Gobeil-Dugas, Vassili Schneider, Sarah Mottet, Mathis Thomas, Laurent Lucas, Pascale Bussières, Bénédicte Décary, Pier-Luc Funk
GUIONISTA: Philippe Lesage
FOTOGRAFÍA: Nicolad Canniccioni
GÉNERO: Comedia
PRODUCCIÓN: Funfilm Distribution, Be For Films, Les Films de L'Autre, Unité centrale
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Compacto
DURACIÓN: 118 minutos
PREMIOS:2 premios y 9 nominaciones, incluyendo las 2 nominaciones en los premios del cine canadiense de 2016
SINOPSIS:
Félix, un niño de diez años, empieza a conocer el mundo adulto en el momento en que entra en la adolescencia. Imaginativo y sensible, como muchos niños, le tiene miedo a todo: el posible divorcio de sus padres, que parecen atravesar una crisis; unos vecinos sospechosos, etc. Poco a poco, sus demonios imaginarios comienzan a reflejarse en el mundo verdaderamente inquietante que le rodea.
( Fuente sinopsis y cartel: Compacto )
( Fuentes imágenes: Compacto, Sensacine )
( Fuentes información de la película: Filmaffinity, IMDb )
CRÍTICA:
El primer trabajo de ficción del director canadiense Philippe Lesage, después de haber dirigido varios largometrajes documentales, es una película que mezcla varios géneros, el drama psicológico, thriller y con elementos de terror, aunque podemos considerarla una historia dramática con elementos de suspense y terror psicológico. La película se presentó en el festival de San Sebastián el último día en el que se estrenaban las propuestas a concurso de la sección oficial y se fue de vacío del Zinemaldi, lo que me parece injusto teniendo en cuenta que era una de las mejores de esa edición, en mi opinión solamente superada en calidad por "Truman", "El Niño y la bestia" y " Evolution ".
La película se inicia con una larga escena sin diálogos en el interior de un centro escolar, y con una música de fondo que suena de manera repetida, y que me recordó al inicio de la cinta española "Los héroes del mal", que recuerda tanto en temática como en estética a esta película.
A partir de aquí la cinta se centra en la vida de Félix, un niño de 10 años introvertido pero que tiene un mundo interior en donde guarda sus sentimientos, y poco a poco se va abriendo al resto de gente, entablando conversaciones con su familia y compañeros de colegio.
La película estuvo nominada a dos premios del cine canadiense, en las categorías de mejor película y dirección novel, y está narrada a ritmo lento y con pocos diálogos, ya que el director pretende que el espectador descubra las cosas por sí solo sin necesidad de que la historia se lo cuente de manera explícita. Es verdad que no es fácil de comprender, y pueden quedar algunas cosas en el aire, o más bien que cada espectador se ha construido un desenlace a cada uno de los enigmas planteados, y eso no significa que no sea lo correcto. De vez en cuando viene bien encontrarnos con algunas propuestas tan enigmáticas y que parece que no están bien contadas, pero que no tienen agujeros del guión, sino que dejan dudas en el espectador . En sus aspectos visual y estético es donde menos me convence la película, ya que su fotografía es bastante mejorable e intenta asemejarse a la estética del cine más independiente sin conseguirlo.
Por contra sí me convence su banda sonora, aunque puede ser tachada de excesiva y abusar de esas escenas sin diálogos en donde se escucha únicamente la música de fondo, en mi opinión personal me parece un acierto y consigue dotar al proyecto de un sello personal necesario para lo que nos están contando. Hay desapariciones de niños y el vecindario tiene miedo de que sus hijos sean las próximas víctimas de un supuesto secuestrador de menores, y la película consigue reflejar en el rostro de Félix ese miedo, los demonios interiores que da título al proyecto. Édouard Tremblay-Grenier es el niño protagonista, y ello hace muy bien, consiguiendo que el espectador sufra del mismo modo que lo hace su personaje. El resto del reparto cumple.
Tanto el guión como el montaje me parecen buenos, aunque se pueda tachar a el texto de que deja cosas sin resolver.
La película merece la pena y aunque no es adecuada para el gran público, además de que dudo que llegue a las multisalas, pero es muy recomendable para ese público medio que disfruta con los dramas psicológicos, en donde el gran protagonista es un niño de 10 años.
LO MEJOR: El montaje.
LO PEOR: La fotografía.
NOTA DEL DIRECTOR:
Los demonios trata un tema raramente tratado en el cine: los miedos de los niños. Es una historia inspirada por una combinación de sucesos reales y de percepciones no siempre sujetas a las realidad que marcaron mi infancia a finales de los 80. Los niños, en general, tienen miedo de todo; en este perverso e imaginario reino, hay un mundo muy real e imperfecto, generalmente oscuro y aterrador, en el que los adultos se mueven por su demonio interior.
En Los demonios, mi intención no era realizar un acercamiento clásico sino someterme a la propia lógica de la vida. Sí, hay tensión. Sí, los personajes tienen objetivos. Sí, luchan contra sus demonios. Y sí, la historia tiene una estructura en sí misma que va in crescendo. Es también una serie de fragmentos, cuadros impresionistas dibujados a partir de la vida y los recuerdos. En el mundo real como en el reino de los recuerdos, algunas cosas permanecen inacabadas, no resueltas, convirtiéndose en misterios. Es exactamente lo contrario a encadenar una secuencia de escenas bajo una narrativa cuidada.
Mi experiencia como realizador de documentales me ha influido mucho en la manera en la que observo las películas. Me he dado cuenta de que detrás de la aparente banalidad del día a día, hay innumerables historias fascinantes que son realmente increíbles para ser verdad.
Félix, un niño de diez años, empieza a conocer el mundo adulto en el momento en que entra en la adolescencia. Imaginativo y sensible, como muchos niños, le tiene miedo a todo: el posible divorcio de sus padres, que parecen atravesar una crisis; unos vecinos sospechosos, etc. Poco a poco, sus demonios imaginarios comienzan a reflejarse en el mundo verdaderamente inquietante que le rodea.
( Fuente sinopsis y cartel: Compacto )
( Fuentes imágenes: Compacto, Sensacine )
( Fuentes información de la película: Filmaffinity, IMDb )
CRÍTICA:
El primer trabajo de ficción del director canadiense Philippe Lesage, después de haber dirigido varios largometrajes documentales, es una película que mezcla varios géneros, el drama psicológico, thriller y con elementos de terror, aunque podemos considerarla una historia dramática con elementos de suspense y terror psicológico. La película se presentó en el festival de San Sebastián el último día en el que se estrenaban las propuestas a concurso de la sección oficial y se fue de vacío del Zinemaldi, lo que me parece injusto teniendo en cuenta que era una de las mejores de esa edición, en mi opinión solamente superada en calidad por "Truman", "El Niño y la bestia" y " Evolution ".
La película se inicia con una larga escena sin diálogos en el interior de un centro escolar, y con una música de fondo que suena de manera repetida, y que me recordó al inicio de la cinta española "Los héroes del mal", que recuerda tanto en temática como en estética a esta película.
A partir de aquí la cinta se centra en la vida de Félix, un niño de 10 años introvertido pero que tiene un mundo interior en donde guarda sus sentimientos, y poco a poco se va abriendo al resto de gente, entablando conversaciones con su familia y compañeros de colegio.
La película estuvo nominada a dos premios del cine canadiense, en las categorías de mejor película y dirección novel, y está narrada a ritmo lento y con pocos diálogos, ya que el director pretende que el espectador descubra las cosas por sí solo sin necesidad de que la historia se lo cuente de manera explícita. Es verdad que no es fácil de comprender, y pueden quedar algunas cosas en el aire, o más bien que cada espectador se ha construido un desenlace a cada uno de los enigmas planteados, y eso no significa que no sea lo correcto. De vez en cuando viene bien encontrarnos con algunas propuestas tan enigmáticas y que parece que no están bien contadas, pero que no tienen agujeros del guión, sino que dejan dudas en el espectador . En sus aspectos visual y estético es donde menos me convence la película, ya que su fotografía es bastante mejorable e intenta asemejarse a la estética del cine más independiente sin conseguirlo.
Por contra sí me convence su banda sonora, aunque puede ser tachada de excesiva y abusar de esas escenas sin diálogos en donde se escucha únicamente la música de fondo, en mi opinión personal me parece un acierto y consigue dotar al proyecto de un sello personal necesario para lo que nos están contando. Hay desapariciones de niños y el vecindario tiene miedo de que sus hijos sean las próximas víctimas de un supuesto secuestrador de menores, y la película consigue reflejar en el rostro de Félix ese miedo, los demonios interiores que da título al proyecto. Édouard Tremblay-Grenier es el niño protagonista, y ello hace muy bien, consiguiendo que el espectador sufra del mismo modo que lo hace su personaje. El resto del reparto cumple.
Tanto el guión como el montaje me parecen buenos, aunque se pueda tachar a el texto de que deja cosas sin resolver.
La película merece la pena y aunque no es adecuada para el gran público, además de que dudo que llegue a las multisalas, pero es muy recomendable para ese público medio que disfruta con los dramas psicológicos, en donde el gran protagonista es un niño de 10 años.
LO MEJOR: El montaje.
LO PEOR: La fotografía.
NOTA DEL DIRECTOR:
Los demonios trata un tema raramente tratado en el cine: los miedos de los niños. Es una historia inspirada por una combinación de sucesos reales y de percepciones no siempre sujetas a las realidad que marcaron mi infancia a finales de los 80. Los niños, en general, tienen miedo de todo; en este perverso e imaginario reino, hay un mundo muy real e imperfecto, generalmente oscuro y aterrador, en el que los adultos se mueven por su demonio interior.
En Los demonios, mi intención no era realizar un acercamiento clásico sino someterme a la propia lógica de la vida. Sí, hay tensión. Sí, los personajes tienen objetivos. Sí, luchan contra sus demonios. Y sí, la historia tiene una estructura en sí misma que va in crescendo. Es también una serie de fragmentos, cuadros impresionistas dibujados a partir de la vida y los recuerdos. En el mundo real como en el reino de los recuerdos, algunas cosas permanecen inacabadas, no resueltas, convirtiéndose en misterios. Es exactamente lo contrario a encadenar una secuencia de escenas bajo una narrativa cuidada.
Mi experiencia como realizador de documentales me ha influido mucho en la manera en la que observo las películas. Me he dado cuenta de que detrás de la aparente banalidad del día a día, hay innumerables historias fascinantes que son realmente increíbles para ser verdad.