LA FE EN LA VIRGEN DE LOURDES
DIRECCIÓN: Jesús García Colomer
INTÉRPRETES: Antonio Gordo, Padre José María García, María del Carmen Moreno, Begoña Zancada, Andrés Zancada, Sergio Fernández, Paula Satrústegui, Dámaso Vidales, Leticia Castañeira, Samuel Soria, María Ochoa, Gonzalo Moreno, Ángel Bueno, Vicenta Sánchez, Guillermo Cruz, Miriam Goizueta, Diosdada Nsue, Irene Redondo
GUIONISTAS: Jesús García Colomer, Victoriano Rubio
FOTOGRAFÍA: Victoriano Rubio
GÉNERO: Documental
PRODUCCIÓN: Gospa Arts
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Bosco Films
DURACIÓN: 82 minutos
SINOPSIS:
Una pequeña aldea al sur de Francia es, desde 1858, el destino de unos inverosímiles viajes: hombres y mujeres con todo tipo de dolencias y enfermedades que, por sí mismos o llevados por otros, llegan en peregrinación a la conocida como Gruta de Lourdes.
Estas peregrinaciones hoy se siguen haciendo, pero nunca antes se habían grabado… desde dentro.
Hospitalarios: Las manos de la Virgen muestra una realidad asombrosa, en la que la belleza de la entrega irrumpe en la dureza de la vida golpeada por la enfermedad, para colmarla de dignidad, amor y visibilidad, como testimonio también de que, desde la enfermedad o la discapacidad, hay mucho que ofrecer al mundo.
( Fuente sinopsis, cartel e imágenes: Bosco Films )
( Fuentes información de la película: Filmaffinity, Bosco Films )
CRÍTICA:
Jesús García Colomer es el encargado de dirigir este documental informativo y al mismo tiempo dirigido a ensalzar un lugar de gran importancia religiosa, la del Santuario de Lourdes, al que acuden más de dos millones de visitas al año, ya sea de personas de creencia católica o a otras enfermas y que confían en curarse de sus enfermedades visitando a la virgen en ese lugar sagrado.
El documental se inicia y termina con una voz en off femenina, en concreto la de Elena Silva, que nos va haciendo una presentación de los personajes, para poder hacernos una idea el motivo por el que se encuentran en ese lugar de Francia o en España pero han ido o van a ir a Lourdes.
El largometraje tiene varios momentos emotivos, cuando escuchamos los testimonios de ciudadanos anónimos que dicen se han curado de sus problemas de salud, y todas esas declaraciones me parecen interesantes, pero se abusa de los testimonios personales y se desaprovecha la oportunidad para enseñas la belleza de la gruta, el Santuario y la propia ciudad, que observamos en algunos momentos de refilón, pero que entiendo no es el objetivo de este documental interesante, y que puede tener su público al que recomiendo, tanto a los que han ido a ese sitio sagrado como a los tienen en el Santuario de Lourdes como uno de los lugares de su vida, y al que en algunos casos acuden anualmente desde hace tiempo.
LO MEJOR: La sinceridad de los personajes y la labor de lo voluntarios.
LO PEOR: Es demasiado repetitiva sobre algunos asuntos, y faltan imágenes del Santuario y la ciudad de Lourdes.
NOTAS DEL DIRECTOR:
¿ POR QUÉ ESTA PELÍCULA ?
“No me atrae el mundo del “enfermo” ni los voluntariados vinculados a sus cuidados. Pero, desde la primera vez que fui a Lourdes con la Hospitalidad de Madrid, ya que no valgo para hacer esa labor tan abnegada y necesaria, quise contar la historia de los que sí que lo hacen.
Poco a poco fuimos grabando y, a cada paso que dábamos, el proyecto crecía, y nosotros nos hacíamos pequeñitos a su lado.
Ahora que veo el documental terminado me parece muy poco comparado con lo que ellos, enfermos y hospitalarios, me han dado. Tan sólo aspiro a que sirva para que haya gente que descubra que la dignidad humana y el valor de la fe están muy por encima de capacidades o discapacidades, de etiquetas y prejuicios. A mí ellos me lo han enseñado. De modo que, para toda la Hospitalidad, eternamente agradecido. A ellos, y la Virgen de Lourdes y a Bernadette Soubirouos, que son quienes empezaron todo esto, allá por 1858.”
Ahora que veo el documental terminado me parece muy poco comparado con lo que ellos, enfermos y hospitalarios, me han dado. Tan sólo aspiro a que sirva para que haya gente que descubra que la dignidad humana y el valor de la fe están muy por encima de capacidades o discapacidades, de etiquetas y prejuicios. A mí ellos me lo han enseñado. De modo que, para toda la Hospitalidad, eternamente agradecido. A ellos, y la Virgen de Lourdes y a Bernadette Soubirouos, que son quienes empezaron todo esto, allá por 1858.”
PARA TI
Desde hace más de una década he tenido una figura principal en mi trabajo, una persona, una presencia. En ocasiones, ha sido la protagonista.
En otras, está de un modo más oculto. Y siempre ha sido y es mi principal promotora, la que nunca me ha dejado no hacerlo, ni siquiera cuando menos me ha apetecido, y se ha servido para ello de las artes más delicadas a la vez que eficaces que existen en nuestra vida: el insondable amor de una Madre.
Nunca subestimes el amor que nos tiene la Virgen María, atrévete a conocerla, porque yo lo hice una vez y, como digo, desde entonces, jamás me ha fallado. Nunca. Trabajé con ella en Medjugorje, más tarde en Galilea —su tierra natal— y ahora, en Lourdes, con sus hospitalarios.
Y no puedo dejar de conmoverme al ser testigo de que su empeño no es tanto mi trabajo, sino yo: su hijo. Gracias, Madre, Virgen de Lourdes.